Una funcionaria del Ayuntamiento de Guadalajara enfrenta duras críticas y posibles sanciones legales tras confesar públicamente su participación en el sacrificio de un perro durante un ritual religioso. Está declaración fue realizada en una transmisión en vivo, lo que ha generado una ola de indignación entre activistas por los derechos de los animales y ciudadanos que exigen rendición de cuentas.

Naomi Sofía Figueroa Álvarez, empleada municipal adscrita a la Dirección de Colmenas y Centros de Cuidado Comunitarios, compartió abiertamente su implicación en un acto que describió como parte de sus creencias espirituales; sin embargo, las leyes de Jalisco prohíben explícitamente el uso de animales en rituales que impliquen sufrimiento o muerte.

“Fue un sacrificio necesario”, aseguró Figueroa, haciendo referencia al sacrificio del animal como un acto para “eliminar enemigos”. La funcionaria, con poco tiempo en el cargo, ocupa una posición orientada a fomentar entornos comunitarios seguros y de respeto, lo que ha aumentado la controversia.

Organizaciones defensoras de los animales exigieron al gobierno municipal actuar de inmediato. “No se trata solo de un asunto personal o religioso, sino de un delito que debe investigarse”, señalaron voceros de colectivos animalistas que han solicitado su destitución.

El Código Penal del estado establece penas de cárcel y multas económicas para quienes incurran en actos de crueldad contra animales. La legislación es clara: el maltrato no se justifica bajo ninguna creencia o práctica espiritual.

La funcionaria es hija de una exdirectora municipal que también ha sido señalada por irregularidades durante su gestión pública; lo que para algunos ciudadanos, este hecho evidencia una cadena de impunidad y privilegios en ciertas esferas del servicio público.

A pesar de la gravedad del caso, el Ayuntamiento de Guadalajara aún no ha fijado una postura oficial, lo que ha incrementado la presión social. Que, en redes sociales, miles de usuarios exigen transparencia, justicia para el animal sacrificado y una revisión exhaustiva de los perfiles de quienes ocupan cargos públicos.

Fuente: Quinto Poder