Morelia, Michoacán
El presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, lanzó una crítica directa al Gobierno Federal por el colapso de la seguridad en carreteras, el abandono del campo mexicano y la indiferencia ante las protestas de los productores, a quienes —dijo— hoy se les pretende criminalizar para ocultar la realidad.
Ante versiones que intentan responsabilizar a alcaldes de los bloqueos carreteros, el edil fue tajante: “No estoy detrás de ninguna toma de carreteras. Lo que sí hago es decir la verdad: el problema existe y el Gobierno Federal se niega a reconocerlo”.
En entrevista colectiva celebrada en el CAM, Martínez Alcázar sostuvo que México vive hoy una carretera sin ley, consecuencia directa de la desaparición de la Policía Federal de Caminos, decisión que calificó como un error que dejó a transportistas y familias “a merced del crimen”.
“Antes había siete asaltos diarios en carreteras, hoy son 70. Díganme una sola carretera en México donde se pueda circular de noche sin miedo”, cuestionó.
Señaló directamente tramos federales hacia Salamanca, Querétaro y León, donde grupos armados operan con total impunidad, mientras el Gobierno Federal “simula estrategia, pero no garantiza seguridad”. Relató el caso de un comunicador asaltado cuyo agresor siguió circulando durante semanas en el mismo vehículo sin que ninguna autoridad federal interviniera.
Denunció también el abandono deliberado de la red carretera federal durante los últimos seis años, situación que ha obligado a gobiernos estatales a asumir responsabilidades que no les corresponden.
“Las carreteras federales están colapsadas. Las dejaron caer y hoy ya es tan grande el rezago que no pueden con él”, sentenció.
En el tema del campo, Martínez Alcázar acusó a la Federación de darle la espalda a los productores, eliminando apoyos históricos como Procampo y utilizando la entrega de fertilizantes de forma “política y electoral”.
“Repartieron fertilizante sólo cuando les convenía, un año antes de las elecciones, y después abandonaron a los campesinos”, afirmó.
Expuso la injusticia estructural en la producción de maíz: México prohíbe a los campesinos sembrar maíz transgénico, pero permite importar libremente el grano mejorado desde Estados Unidos.
“Nos obligan a sembrar criollo, con menos rendimiento y mayor costo, y luego nos hacen competir contra el maíz transgénico más barato de fuera. No es competencia, es una trampa desde la Federación”, acusó.
El edil advirtió que descalificar los bloqueos como “movimientos de oposición” es una estrategia fallida del Gobierno Federal.
“El tiro les salió por la culata. Hay campesinos que votaron por ellos, que hicieron campaña, y hoy están bloqueando porque viven la inseguridad, las carreteras destruidas y precios injustos”, señaló.
Finalmente, subrayó que el problema no se resuelve con propaganda ni con discursos desde la capital, sino con acciones reales.
“Si la Federación sigue negándolo, no está defendiendo al campo: lo está condenando”, concluyó.