Este sábado, los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, subrayaron la importancia de una mayor transparencia en el proceso electoral de Venezuela, pidiendo la divulgación de las actas desglosadas por mesa de votación. Esta declaración se produjo tras el reciente aval del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela a la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio, un fallo que ha sido cuestionado por diversos sectores internacionales.
En una declaración conjunta, los presidentes Lula y Petro manifestaron que la credibilidad del proceso electoral venezolano solo podrá ser restaurada mediante la publicación clara y verificable de los resultados desglosados. Según la información divulgada por la Presidencia brasileña, ambos mandatarios acordaron esta postura común tras mantener conversaciones telefónicas el viernes y el sábado.
Lula y Petro coincidieron en que la normalización política en Venezuela requiere del reconocimiento de que «no existe una alternativa duradera al diálogo pacífico y a la convivencia democrática en la diversidad». Además, hicieron un llamado a evitar actos de violencia y represión, instando a todos los actores involucrados a buscar soluciones mediante el diálogo.
En cuanto al fallo del Tribunal Supremo venezolano, que ratificó la victoria de Maduro sin publicar los resultados desagregados, ambos presidentes «tomaron nota» de la decisión. Reiteraron que siguen a la espera de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique las actas desglosadas por mesa de votación, que son cruciales para verificar la transparencia del proceso. La principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha alegado que Edmundo González Urrutia ganó las elecciones con un amplio margen.
Brasil y Colombia recordaron los compromisos de transparencia asumidos en los Acuerdos de Barbados, que, según ellos, deben ser respetados. La declaración conjunta llega tras el rechazo de once países americanos al aval del Supremo a Maduro, quienes cuestionaron la independencia e imparcialidad de la corte venezolana.
Aunque no comentaron directamente sobre el fallo del Tribunal Supremo, Lula y Petro reafirmaron su disposición a mantener abiertos los canales de comunicación con todas las partes y su voluntad de facilitar el entendimiento entre ellas. Además, expresaron su oposición a las sanciones unilaterales, considerándolas contrarias al derecho internacional y perjudiciales para la población de los países afectados, especialmente para los sectores más vulnerables.
La postura de Brasil y Colombia refleja un esfuerzo por promover un diálogo constructivo y por mantener la presión sobre la necesidad de transparencia en el proceso electoral venezolano, mientras se busca una solución pacífica y democrática a la crisis política en el país sudamericano.
Fuente: López-Dóriga