Una mirada a la disparidad en la clasificación de los feminicidios en México.
Desde el 2012, el feminicidio está reconocido como delito a nivel federal en México, y todos los estados lo han incorporado en sus Códigos Penales. Sin embargo, las Fiscalías Generales de los estados muestran grandes diferencias en la clasificación de los homicidios de mujeres como feminicidios.
En estados como Guanajuato y Baja California, menos del 10% de los asesinatos de mujeres son investigados como feminicidios, mientras que en Sinaloa y Campeche, esta cifra se eleva hasta el 70%.
Claudia Sheinbaum, futura presidenta de México, destacó la importancia de que cada Fiscalía estatal cuente con una unidad especializada para investigar feminicidios. Propuso reformas constitucionales para enfatizar la igualdad de género y la no discriminación, así como leyes para combatir la violencia contra las mujeres.
Feminicidios en México, Cifras
Entre enero de 2019 y mayo de 2024, se reportaron 20,044 mujeres asesinadas en México, de las cuales 5,142 fueron clasificadas como feminicidios, representando el 25.7%. Esta cifra subraya que solo uno de cada cuatro asesinatos de mujeres es reconocido como feminicidio.
“La experiencia internacional nos dice que entre un 60 u 80 por ciento de los asesinatos de mujeres se dan en un contexto de violencia de género”, señaló la doctora Nelly Montealegre, quien también destacó que la mayoría de los agresores son personas cercanas a las víctimas.
Los datos muestran que en estados con altas tasas de asesinatos de mujeres, como Guanajuato, se reconoce una menor proporción de feminicidios. En contraste, estados como Sinaloa y Coahuila tienen un reconocimiento mucho mayor de feminicidios.
“Todos los homicidios de mujeres deben investigarse inicialmente como feminicidios”, afirmó Sofía Lozano Snively, destacando que la violencia familiar es el delito más frecuente y que los principales agresores suelen ser parejas o ex parejas.
La disparidad en la clasificación de feminicidios en México revela desafíos en la capacidad investigativa y la necesidad de mejorar los protocolos y formación del personal. Además, la resistencia a reconocer la gravedad de los feminicidios sigue siendo un problema significativo en el país.