Curiosamente, Alejandro Moreno y Marco Cortés no pierden: son primera posición a representaciones partidistas por circunscripciones regionales de partido y, probablemente serán los líderes de sus bancadas partidistas… Ellos no pierden.
CUARTO PODER
Etelberto Cruz Loeza.
Llamó mi atención entrevista publicada en Reforma, en su edición del jueves 13 del presente, y efectuada por Roberto Zamarripa. Extraigo algunos párrafos y de cada uno presento mis juicios.
La cabeza de la entrevista me fue significativa: Fallaron partidos, sobró ciudadanía.
Las estructuras de los partidos eran inexistentes.
Considero que ella no debió sorprenderse: si ha andado tanto tiempo en las Grandes Ligas como candidata a puestos de elección popular, particularmente por el partido de acción nacional, alcaldesa de Miguel Hidalgo, candidata, por ese mismo partido, a gobernadora por Hidalgo, senadora de la República, debió conocer territorialmente cada uno de los partidos que la postularon: puro cascarón e historia.
Los partidos que la postularon existen; tienen estructuras; lo que no tienen son militantes, acaso ni cuadros y muy pocos simpatizantes. Uno de ellos está por perder su registro nacional; fue lo que fue, pero ahora ya no será nada, salvo que los tribunales del poder judicial de la federación le den algo o el Supremo Poder le tenga un poco de lástima y le dé limosna.
Curiosamente, Alejandro Moreno y Marco Cortés no pierden: son primera posición a representaciones partidistas por circunscripciones regionales de partido y, probablemente serán los líderes de sus bancadas partidistas… Ellos no pierden.
En realidad, quienes perdieron fueron: el ultimo Chucho de los Chuchos, que le puso el clavo final al ataúd del otrora partidazo de la revolución democrática (PRD), pues perdió su registro nacional y, acaso recordará glorias pasadas: haber sido estandarte de la Izquierda Mexicana Y Xóchitl Gálvez Ruiz: se quedó sola y muy solita.
Complemento: los partidos de la coalición Fuerza y Corazón por México no tuvieron representantes de esa coalición en el 40 por ciento de las casillas en todo el territorio nacional. Quiere decir que de las 170 mil, en números redondos, que se instalaron el todo el país no tuvieron quien cuidara sus intereses en 70 mil casillas…hubo condiciones para todo lo que usted se puede imaginar y hacerlo bien y completo.
Bueno, esto no es nuevo. Es réplica de lo que está sucediendo en Europa; de una manera directa, especial en España; en Francia, en Italia, en Grecia, en Portugal; la república de Estados Unidos se salva, pero habrá que vivir haya y/o ver cómo andan con sus procesos políticos para la elección del inminente noviembre: tiene una inédita e inminente paradoja: un candidato republicano que podría ir o a la cárcel, es culpable de perjurio y podría ser sujeto de la famosa enmienda 14ª, en su inciso 3: o la prisión o la campaña.
Me di cuenta que en los estados no se ha hecho un trabajo partidista de la dimensión de Morena. Se ha abandonado mucho el trabajo territorial. Me di cuenta de la poca estructura que había de los tres partidos.
La ciudadanía jugó un papel importante. Por eso estoy súper agradecidísima con los ciudadanos. Hubo ciudadanos que hicieron sus camisetas, hicieron sus estampas, hicieron su publicidad.
Tal cual como lo canta el poema del Mío Cid:
¡Qué buen caballero!...
¡Si tuviera buen señor!
Hechos graves que se desconocían:
No pude decidir candidaturas de legisladores, ni gobernadores, no decidí la disposición del dinero para la campaña; no llevaba mano en el mensaje central de la campaña. Tampoco conocía datos reales de la campaña. El dinero que había era de los partidos políticos; poco dinero para cubrir la magnitud del país.
Todo esto se describe en el acuerdo entre los tres partidos de la coalición y la candidata. Se discuten, se modifican y si se acepta, pues se firma y si no pues no y se acabó.
Si no lo hizo, pues ¡Qué lamentable!
¡Y qué ingenua!
La publicidad fue muy difícil que llegara. Todo lo hace el partido. La campaña de nosotros no tenía recursos para decir: manden a hacer dos millones de playeras, o queremos esto o los spots de televisión. Yo no manejé dinero de la campaña. Yo no manejé un peso de la campaña. Muchos siempre vieron que no había mucho chance de ganar. Todo el mundo decía: está durísimo. Pero, mira, al final de cuentas, se movió, se emocionó. La esperanza sí cambió de mano, por un rato. No nos alcanzó. Sé que la gente está desconcertada, está deprimida. Sí hay duelo en el país porque creen que nos va a ir muy mal. Y sí nos va a ir muy mal si no se toman buenas decisiones.
Marko Cortés, no sólo limitó los recursos, sino que fue insolente, agresivo, cuando quise admitir los resultados y llamar a Sheinbaum para felicitarla…decían que había evidencias o había proyecciones nos eran positivas y que estábamos ganando en estas ciudades…en el momento que sale el conteo rápido, que es brutal, que es contundente…yo tomo la decisión de marcarle… eso enerva al dirigente y acude al piso 42 a encarar la candidata; el líder panista le gritó reiteradamente. A mí me parece que en una democracia es tu deber reconocer tu derrota. O sea, es lo ético, es lo que debe hacer un demócrata.