El gobierno de Estados Unidos y el de México llegaron a un acuerdo para posponer ciertos aranceles a las exportaciones mexicanas, tras una conversación entre el presidente Donald Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Durante la llamada, Trump aceptó mantener los aranceles actuales: 25 % sobre automóviles y drogas como el fentanilo, así como 50 % sobre acero, aluminio y cobre sin incrementarlos por ahora, y otorga una prórroga de 90 días para continuar las negociaciones comerciales.
A cambio, México reforzó su colaboración en temas de seguridad, discriminando medidas para frenar el tráfico de armas y fentanilo hacia su territorio.
Por su parte, Sheinbaum planteó un “acuerdo general” que aborde de manera integral los temas de seguridad, comercio y migración, e incluya garantías para los mexicanos que residen en Estados Unidos.
Según sus declaraciones, Trump mostró disposición al diálogo y ambas naciones acordaron iniciar un proceso de negociación formal con ese marco.
Este acuerdo llega en medio de una estrategia de Trump que ya incluyó amenazas de aplicar aranceles de hasta 25 % a productos mexicanos si no se contenían el flujo migratorio y el tráfico de droga.
Sheinbaum ha respondido con una línea de firme cooperación diplomática, evitando escaladas y priorizando la protección de la soberanía mexicana y los derechos humanos.
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, viajará próximamente a Washington para profundizar en las conversaciones comerciales, mientras que el Departamento de Estado de EE. UU. se encargará de los contenidos migratorios y de protección de mexicanos residentes.
Ambas partes buscan traducir esta propuesta general en un mecanismo duradero y vinculante para estabilizar la relación bilateral.