Ciudad de México

Decenas de migrantes detenidos en el recién inaugurado centro de detención Alligator Alcatraz, en pleno corazón del condado de los Everglades, en Florida, denunciaron las condiciones infrahumanas en que viven: calor asfixiante, escasez de agua, comida en mal estado e insectos gigantes.

Según una crónica de El Universal, las declaraciones de los detenidos, sus familiares y sus abogados contradicen las afirmaciones oficiales de que el lugar “cumple con todos los estándares requeridos”.

Eveling Ortiz, pareja de Vladimir Miranda, un migrante cubano que trabajaba en Orlando, aseguró al canal NBC 6 que su esposo “no ha podido bañarse, no puede usar bien el baño y no tiene acceso a abogado”.

Según su relato, cuando fallan los generadores, se quedan sin electricidad, agua, teléfonos o aire acondicionado, con temperaturas que rondan los 40 grados centígrados, con 90% de humedad.

Leamsy “La Figura” Izquierdo, artista cubano arrestado la semana pasada en Miami, denunció en CBS News, que las luces están encendidas permanentemente.

“Sólo te dan comida una vez al día, comida que incluso tiene gusanos. Los mosquitos son del tamaño de elefantes”, agregó.

En declaraciones a CNN, la esposa de un migrante guatemalteco detenido denunció también que su esposo “no ha tenido acceso a la defensa”.

Abogados de detenidos han descrito el trato recibido por los reos en esa cárcel como los de “ratas en un experimento”, al tiempo que denunciaron los baños desbordados de excrementos, bichos constantes y condiciones que vulneran derechos básicos, incluyendo el derecho a la religión.

“Estoy a punto de perder la razón. Llevo tres días sin tomar mis medicinas”, dijo un detenido colombiano a CBS News. “Me quitaron la Biblia que tenía y me dijeron que aquí no hay derecho a la religión”, añadió.

La organización World Relief también alertó que se les prohíbe orar y practicar su fe dentro de la instalación.

Otros detenidos indicaron que no reciben productos de higiene como cepillos dentales o jabón, y que el acceso a atención médica es extremadamente limitado.

Preocupa también la infraestructura, porque la prisión fue construida en apenas dos semanas, en medio de un humedal con caimanes y pitones, y sobre un viejo aeródromo municipal, a 80 kilómetros de Miami.

El lugar fue presentado como una “solución temporal y eficiente” por el fiscal general de Florida, James Uthmeier, quien también le dio el nombre de “Alcatraz caimán”.

En contraste, la portavoz de la División de Manejo de Emergencias de Florida, Stephanie Hartman, dijo en un comunicado que las denuncias son “completamente falsas” y que el centro “está en buenas condiciones y cumple con todos los requisitos”.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), por su parte, aseguró que Alligator Alcatraz tiene “estándares más elevados” que prisiones donde están ciudadanos estadounidenses.

La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, exigió al fiscal general estatal acceso a las instalaciones y la creación de un equipo de monitoreo que supervise semanalmente las condiciones de vida en la instalación.