Morelia, Michoacán, 12 de septiembre de 2024.- La reforma al Poder Judicial es un golpe a las instituciones de México, ya que claramente las debilita, por lo que se esperaría un freno a las inversiones, lo que eleva el riesgo de una recesión y un ajuste en la nota soberana, advirtieron analistas.
El estratega para América Latina del banco brasileño XP Investments, Marco Oviedo, estimó que las empresas van a ser más cuidadosas con sus inversiones; se tendrá una desaceleración, si no es que una paralización de inversiones, y la caída en la actividad económica se prolongará y aumenta el riesgo de recesión.
Sobre la calificación, prevé que por lo menos Fitch haga algún pronunciamiento al respecto, porque el marco institucional se debilita. “Podría poner el panorama en negativo y probablemente baje la calificación en algún momento”, indicó.
Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, coincidió en que la reforma genera incertidumbre, lo que incrementa la probabilidad de una recesión en los próximos meses, a lo que seguiría un largo estancamiento económico.
“Con la reforma se pone en riesgo la llegada de nuevas inversiones extranjeras y la reinversión de utilidades y esto eleva el riesgo de perder el grado de inversión”, enfatizó Siller.
Janneth Quiroz , economista en jefe de Monex, consideró que “ante la duda, se podrían estar frenando las inversiones en los próximos meses hasta tener totalmente la claridad de cuáles serán las nuevas reglas del juego; con ello estaríamos esperando que el dinamismo económico se frene”.
Por su parte, Jorge Marmolejo, gestor de portafolio en Franklin Templeton México, explicó que, en un escenario base, luce probable que México pierda el grado de inversión a lo largo del próximo sexenio, en momentos en que ya se aprobó la reforma judicial y se perfila la desaparición de los organismos autónomos.
Impacto a mediano plazo
En cuanto a los efectos reales sobre la inversión, Quiroz estimó que podrían verse en el mediano plazo, debido a que todavía falta el diseño de las leyes secundarias a la reforma del Poder Judicial y esto va a tomar tiempo, y señaló que en todo caso, el cambio de los miembros del Poder Judicial magistrados, jueces y demás, no va a ser de inmediato.
Joan Domene, economista en jefe para América Latina, de Oxford Economics, indicó que la reforma no representa una amenaza inmediata para la economía, pero la incertidumbre frenará los flujos de inversión, lo que impactará el crecimiento. “La aprobación de la reforma judicial en México podría provocar que la inversión caiga un 12 por ciento por debajo de nuestro pronóstico base”, dijo.
Agregó que esto reduce el pronóstico de crecimiento del PIB promedio de los próximos tres años a 1.7 por ciento, desde el 2.1 por ciento actual, ya que podría afectar la inversión en el marco del T-MEC y erosionar la seguridad jurídica.
A la expectativa
Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex, expresó, en un tono más optimista, que hubiera algún freno a las inversiones por la reforma al Poder Judicial, la cual demorará entre uno y dos años en implementarse.
Precisó que se ha observado más un freno en la parte de inversiones por el primer año de una administración, como se ha visto en cada inicio de sexenio; también Tesla y la empresa China BYD pausaron sus inversiones en espera de las elecciones en Estados Unidos.
“Sigo viendo a la presidenta electa muy concentrada en el tema de inversiones, creo que va a ser importante ver si continuará con el resto de las reformas que restan”, dijo.
Andrés Maza, director de inversiones de GBM, indicó que, todo proceso que de alguna manera causa incertidumbre cómo son las elecciones o cambios en las estrategias de gobierno. “Ya lo hemos visto en el pasado, estos cambios suelen traer incertidumbre y es porque a los inversionistas no les gusta, por eso el mercado reacciona de manera negativa”.
Agregó que será importante que a largo plazo se mantengan políticas públicas adecuadas, que brinden certidumbre a los inversionistas para que la inversión extranjera siga llegando y se pueda aprovechar la gran oportunidad del nearshoring, para que el mercado vaya digiriendo estos cambios. (CON INFORMACIÓN DE: EL FINANCIERO)