Esta decisión se produjo pocas horas después de que Morena y sus aliados consiguieran una mayoría calificada en el Senado de la República para avalar dicha reforma

Redacción / La Voz de Michoacán

Villahermosa. – El Congreso de Tabasco se convirtió en el primero en aprobar la reforma que coloca a la Guardia Nacional bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), tras una votación de 27 votos a favor y 8 en contra.

La reforma generó un intenso debate en dicho Congreso, Patricia Lanestosa Vidal, diputada de Movimiento Ciudadano, expresó su desacuerdo, señalando que la intervención de la Guardia Nacional y el Ejército en tareas de seguridad pública durante el actual sexenio no mejoró los resultados en materia de seguridad. Por su parte, Nelson Gallegos Vaca, legislador del PRD, advirtió que la militarización de la Guardia Nacional no será una solución efectiva y criticó que la reforma no fue suficientemente discutida debido a la premura con la que se aprobó.

En contraste, Martín Palacios Calderón, diputado del Partido del Trabajo (PT), defendió la reforma argumentando que no se busca militarizar al país, sino fortalecer el sistema de seguridad nacional.

En este contexto, la reforma aprobada en el Congreso de la Unión transfiere el mando de la Guardia Nacional a la Sedena, otorgándole un liderazgo militar y personal con formación policial. Además, permite a la Guardia Nacional participar en la investigación de delitos, en coordinación con el Ministerio Público y otras policías.

Otra de las disposiciones establece que la Guardia Nacional deberá cumplir con la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, que en el próximo sexenio estará a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), dirigida por Omar García Harfuch.

Asimismo, la reforma contempla la implementación del fuero militar para los integrantes de la Guardia Nacional, limitado a casos que no involucren violaciones a derechos humanos, los cuales serán juzgados por tribunales civiles. Además, se faculta al Congreso para expedir leyes secundarias que regulen la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior y pública, mientras que el Senado deberá ratificar los nombramientos de mandos militares hechos por el Ejecutivo.

Por último, la reforma establece que los integrantes de la Guardia Nacional provenientes de la extinta Policía Federal serán transferidos a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Finalmente,  para ser aprobada la iniciativa requiere que al menos 17 congresos estatales le den el visto bueno antes de ser revisada nuevamente por ambas cámaras del Congreso federal para su validación constitucional. Una vez completado este proceso, la minuta será enviada al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, donde se establecerá su entrada en vigor.