Líderes que desconfían de su propia capacidad buscan “controlar” todas las decisiones para evitar ser descubiertos como un fraude
Maricruz Rios / La Voz de Michoacán
Rumbo al emprendimiento de nuevos negocios, especialistas acerca del síndrome del impostor, que puede llevar a una mala planeación, una fallida medición de cumplimiento de objetivos y, por lo tanto, mermar las posibilidades de éxito.
A través de los canales de Espacio Emprendedor de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), representantes de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Amexme) realizaron un taller de captación en línea en donde advirtieron que muchas veces nuestras propias incertidumbres son un obstáculo para el emprendimiento.
El síndrome del impostor es descrito como un cuadro psicológico en el que la gente se siente incapaz de internalizar sus logros y padece de un miedo constante a ser descubierto como un fraude; dentro del ámbito de negocios se puede vivir un problema similar, con un comportamiento que genera dudas sobre la propia competencia y puede impactar en la toma de decisiones.
Durante la ponencia, que es parte de una jornada de la Academia de Michoacán, se refirió que los emprendedores que padecen este síndrome a menudo dudan de sus capacidades y atribuyen su éxito a la suerte o a factores externos; esta inseguridad puede llevar a la procrastinación y a evitar tomar decisiones críticas, retrasando el progreso del negocio y perdiendo oportunidades importantes.
Además, el síndrome del impostor puede afectar la capacidad de un líder (que puede ser o no el dueño del emprendimiento o la empresa) para delegar tareas y confiar en su equipo. La falta de autoconfianza lleva a que este líder intente controlar todos los aspectos del negocio, lo que puede resultar en agotamiento (burnout), pero sobre todo en una gestión ineficiente.
Esta sobrecarga y falla continua de la gestión de los diversos capitales, principalmente humanos, puede afectar la moral del equipo y disminuir la productividad general, creando un círculo vicioso donde el rendimiento se ve afectado, alimentando aún más las dudas y el temor del líder de ser "descubierto" como un impostor.
Las especialistas alentaron emprendedores a cambiar patrones de pensamientos negativos y practicar la autoafirmación como herramienta para mejorar actitudes y desempeños, así como aprender a confiar en el equipo, delegar tareas de forma efectiva y ser autocríticos, pero realistas.
También hicieron hincapié en la responsabilidad social de la empresa: más allá de los intereses económicos se le tiene que dar una prioridad especial al compromiso con la sociedad, empezando por mejorar las condiciones de los trabajadores en su entorno laboral, que es el común denominador de las mayores empresas exitosas.
Las integrantes de la Amexme insistieron, por ejemplo, en que los líderes tienen que tomar en cuenta el impacto de sus decisiones en la vida de los trabajadores, y ajustar temas de horarios, carga y productividad no sólo en lo que creen que beneficia a su empresa, sino buscando mejorar las condiciones propias de los empleados para mejorar sus instancias personales y, al mismo tiempo, su productividad.
Las ponencias pueden ser consultadas en línea en el Facebook de Espacio Emprendedor.