Una inédita crisis diplomática evidencia la fractura de la relación entre México y Ecuador.
La relación diplomática entre México y Ecuador ha alcanzado un punto crítico. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, tomó la decisión de cesar las relaciones diplomáticas con Ecuador luego de un incidente en el que policías ecuatorianos escalaron las paredes de la embajada mexicana en Quito para ingresar a la misma.
Este suceso, dirigido a capturar a Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador y refugiado en la embajada desde diciembre por condenas de corrupción, ha generado conmoción y críticas a nivel nacional e internacional.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, defiende la acción como una medida de protección de la soberanía nacional y prevención de intervención extranjera.
Comentarios de AMLO y el asilo a Jorge Glas
La tensión se intensificó tras las declaraciones de López Obrador, quien insinuó que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio pudo influir en el voto electoral.
Villavicencio fue asesinado en agosto, y en respuesta, el gobierno ecuatoriano declaró persona non grata a la embajadora mexicana, Raquel Serur, otorgándole un plazo para salir del país.
Posteriormente, México emitió un comunicado calificando de ‘desproporcionada’ la respuesta de Ecuador y anunciando que Roberto Canseco tomaría el mando de la embajada. Además, México decidió conceder asilo político a Glas.
Asalto a la embajada mexicana y detención de Glas
Con la tensión diplomática en su punto más alto, fuerzas ecuatorianas sitiaron la embajada mexicana. López Obrador exigió a Ecuador respetar la soberanía mexicana y sus obligaciones internacionales. Sin embargo, policías ecuatorianos ingresaron a la embajada y detuvieron a Glas.
“Me acaba de informar Alicia Bárcena, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores, que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente de ese país quien se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso que enfrenta”, compartió el presidente mexicano.
Roberto Canseco, presente durante el asalto, expresó su preocupación por Glas y su indignación por el ataque a la embajada.
“A riesgo de mi vida defendí el honor y la soberanía de mi país. Esto no puede ser, es increíble que haya sucedido algo así”, declaró.
