Empresas tabacaleras dieron a conocer a las tiendas de abarrotes las tarifas sugeridas a partir del primer día de 2026; empresarios alertan sobre el auge del mercado negro

Agencias / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El precio de los cigarros subirá formalmente más de 20% a partir del 1 de enero, debido al aumento en la tasa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se aprobó para 2026, aunque el aumento ya entró en vigor en tiendas de abarrotes desde esta semana. Mientras tanto, en tianguis y mercados es posible encontrar cajetillas a 10 pesos y vapeadores hasta en 30 pesos, como en el Mercado de la Feria.

Así, Marlboro, en cajetilla de 20 unidades, pasa de 87 a 106 pesos, Pall Mall sube de 80 a 96 pesos, Camel Yellow, de costar 87 pesos, sube a 106 pesos. Los Benson, que costaban 90 pesos, ahora rindan los 112 pesos.

Cabe recordar que, como parte del Paquete Económico 2026, el Congreso avaló el aumento de la tasa del IEPS que se cobra en la enajenación o importación de cigarros, puros y otros tabacos labrados de 160% actual a 200 por ciento.

También se dio luz verde a la actualización de la cuota adicional que se cobra por cada cigarro enajenado o importado de 0.6445 pesos vigente en 2025 a 0.8516 pesos para 2026, el cual tendrá un incremento gradual al 2030.

El objetivo de incrementar la tasa del llamado impuesto saludable es reducir el consumo de tabaco y, a la par, mejorar los niveles de salud en el país.

El simulador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señala que, con los cambios aprobados para 2026, la venta de cigarro disminuirá 7.3%, al pasar de 2,384.6 millones de cajetillas a 2,209.4 millones.

En su simulador, con ello, el precio de la cajetilla aumentaría de 73.1 a 85.8 pesos, es decir, 17.4 por ciento. El 73.1% del valor de ésta corresponde gravámenes, incluyendo IEPS y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Antes era 68.5 por ciento.

Impulso al mercado ilegal

En el mes de septiembre, el Consejo Nacional de la Industria Tabacalera (Conainta) expresó su “preocupación” por el aumento de los impuestos especiales sobre cigarros y cajetillas, al advertir que esta medida incentivará el crecimiento del mercado negro y reducirá la recaudación fiscal.

La postura del Consejo, que agrupa a Philip Morris México, British American Tobacco y Japan Tobacco International, se da tras la propuesta del gobierno mexicano de incrementar en más de un 30% el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a los cigarros y otros productos de nicotina a partir de 2026.

La iniciativa, presentada el 8 de septiembre en el Congreso, contemplaba un aumento de al menos 20 pesos (casi 1 dólar) por cajetilla, además de elevar la cuota específica vigente de 0.6445 a 1.1584 pesos por cigarro enajenado o importado a partir de 2030.

También incluye un nuevo gravamen de 200% para productos de nicotina distintos al cigarro.

Según Conainta, estas medidas “resultarían en más marcas ilegales en el mercado, mayor riesgo de consumo en menores de edad, contrabando y negocio adicional para las organizaciones criminales, extorsión a los pequeños comercios que venden cigarros y como resultado, menor recaudación (fiscal) a la esperada”.

Además, la industria sostiene que incrementos previos no han logrado reducir el consumo ni elevar la recaudación.

La recaudación por IEPS de tabacos labrados bajó de 50 mil 400 millones de pesos en 2023 a 46 mil 900 millones en 2024, una caída del 7% pese a mayores tasas.

Además, estudios del Instituto Nacional de Salud Pública señalan que el comercio ilícito de cigarros creció un 240 % entre 2017 y 2023, pasando de representar el 8.5% al 20.4% del mercado nacional.

El problema, advierte la industria, podría agravarse, pues sostiene que “se estima que el impacto de esta reforma podría exponenciar el comercio ilícito hasta un 50% del mercado”, con pérdidas fiscales anuales de entre 13 mil y 15 mil millones de pesos (de 650 a 750 millones de dólares), de acuerdo con la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

El Colegio de México (Colmex) ha reforzado este diagnóstico, pues su más reciente estudio "Cigarros Ilegales y Crimen Organizado" revela que el mercado ilícito se ha convertido en una fuente de financiamiento para grupos delictivos, cuyos recursos se canalizan al narcotráfico, trata de personas y lavado de dinero, ampliando la dimensión de riesgo social y de seguridad.

Conainta también criticó que se busque gravar con 200% a productos de menor riesgo, como bolsas de nicotina, pese a que, “al no generar combustión, producen hasta 99% menos sustancias tóxicas”. Según la industria, desincentivar alternativas de este tipo dificultaría la reducción del tabaquismo adulto, mientras que experiencias internacionales, como Suecia, muestran que incentivar esos productos contribuyó a bajar la tasa de fumadores al 5%.