Fotos: Félix Madrigal / ACG. Morelia, Michoacán
La Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) celebró en el Centro Cultural Clavijero de Morelia el centenario del artista michoacano Arturo Estrada, figura fundamental de la escuela mexicana de pintura, con un pastel alegórico, un grupo de mariachis y decenas de seguidores de la obra del artista.
El homenaje incluyó una conferencia magistral a cargo de la crítica de arte Argelia Castillo y la inauguración de la exposición pictórica “Arturo Estrada. El Artista de la Luz y el Color”, que muestra el legado de un creador que, durante más de siete décadas, ha plasmado en sus pinturas de caballete, murales y aulas su profunda visión estética y social del arte.
Durante la ceremonia, la secretaria de Cultura, Tamara Sosa Alanís, afirmó que con el homenaje a Estrada se reconoce una trayectoria sólida, reflexiva y comprometida con lo social de un creador que ha sabido convertir el arte en encuentro y conciencia.
Por su parte, el maestro Arturo Estrada, agradeció el homenaje y expresó:
Alumno de Frida Kahlo y colaborador de Diego Rivera y José Clemente Orozco, Estrada, nacido en Panindícuaro, Michoacán, es considerado un heredero del espíritu purépecha y dueño de una obra que entrelaza el surrealismo, de André Breton, la identidad, la belleza y la lucha social con una raíz profundamente humanista.
Sus obras de caballete forman parte de innumerables colecciones públicas y privadas en México y en el extranjero, mientras que sus murales siguen siendo motivos de gran inspiración para las actuales y futuras generaciones.
En su acerbo cultural figuran unos 250 cuadros, aunque también durante su vida elaboró diversos tapices de lana con técnicas artesanales y es el creador de numerosas esculturas de madera talladas de manera primaria con buriles como lo hacen los pueblos del interior de México.
Entre sus pinturas gigantes más conocidos figuran una situado en el Museo Nacional de Antropología e Historia y otra ubicado en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Eje Central, ambas en la capital, junto a un gran cuadro titulado “Medicina Natural y Medicina Contemporánea” que apreciamos en la estación del metro Centro Médico.
Estrada legó asimismo a los michoacanos dos grandes pinturas murales, la primera está ubicada en la Escuela Secundarias Técnica n. 2 de Angangueo, que refleja el desarrollo de la industria minera en la localidad y la segunda está enclavada en la Capillo Cívica de Nocupétaro y trata sobre los primeros hombres que se fueron a la lucha con Morelos.
Desde 1945 Estrada ha estado presente en exposiciones individuales y colectivas en países como Estados Unidos, China, Canadá, Colombia y la antigua Unión Soviética.
Fue profesor durante 40 años de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, La Esmeralda, del INBAL, donde concluyó su trayectoria como director.
La exposición, un delirio
La muestra, que ocupa los salones 1 y 2 del Centro Cultural Clavijero, reúne a más de 120 obras hechas en óleo, acrílico, acuarela y gouache sobre diferentes soportes, pero también incuye estampas, dibujos en tinta, lápiz y técnicas mixtas, bocetos y fotografías.
En realidad, desde que entramos a la galería nos atrapan el colorismo y el sentido exploratorio de la luz. En sus lienzos aparecen la estética de los pueblos originarios, las riquezas de las fiestas y tradiciones, la belleza del cuerpo humanos y las imágenes que revelan un compromiso en la lucha contra la desigualdad y la represión. Sin embargo, hay mucho más.
En un breve recorridos vemos una colección dedicada a los perros, retratados en actitudes pacíficas y hogareñas, como animales sagrados que anteceden a un gran cuadro denominado “Tierra de maíz” que nos acerca a la Naturaleza como madre nutricia.
Seguidamente aparece el hermoso lienzo “Madre”, impactante y lleno de sensibilidad, que le da paso a una impresionante galería de frutas y flores llena de frescura y amor que no logran solapar a la obra “Curandera” , espléndida, donde aparece un busto y detalles prehispánicos, juntos a otros cuadros purépechas que se ubican en la cercanía.
Hay también un cierto acercamiento a la pintura abstracta y simbólica con trazos mágicas y vigorosas al estilo de “Línea quebrada”, aunque una de las obras que se lleva casi todos los reflectores se llama “Quetzalcóatl llegó a Tzintzuntzan”, la cual antecede a una sección de desnudos femeninos, a otra de la maternidad y a varios autorretratos.
Con el “Retrato de doña Luz” al pintor se vuelca por completo hacia un costumbrismo con olor arraigo y a tierra viva, al mismo tiempo que incursiona en el sarcasmo con “Prelados contentos” y aborda el tema migratorio y del desarraigo con “La otra orilla”.
Al festejo del centenario y apertura de la exposición asistieron también Cecilia Santacruz, en representación del INBAL, el director de Producción Artística y Desarrollo Cultural de la Secum, Luis Gabino Alzati Ruiz y Rodrigo Ortega, autor de la biografía “Güero: memorias de Arturo Estrada”, entre otros.
La muestra permanecerá hasta febrero de 2026 en el Centro Cultural Clavijero, ubicado en El Nigromante 79, Centro Histórico de Morelia.