Chapala, Jalisco

Los presidentes municipales de la Ribera del Lago de Chapala levantaron la voz para salvar el Lago de Chapala, al firmar un Manifiesto pidiendo se reconsidere la construcción del Acueducto Solís-León.

El pronunciamiento público se realizó en Chapala por ocho alcaldes, y sus representantes, solicitando se reconsidere el proyecto denominado Acueducto Solís–León contemplado en el Plan Nacional Hídrico 2024–2030.

Alejandro Aguirre Curiel, Presidente Municipal de Chapala, recordó que el Lago es más que un espejo de agua, es una arteria que alimenta a millones de personas en Jalisco y Michoacán.

Aclaró que este manifiesto no se trata de un enfrentamiento entre estados, debido a que la decisión final es Federal, y consideró que Guanajuato sabe lo que significa perder un humedal, como le ocurrió con la laguna de Yuriria.

Insistió que no se trata de repartir agua como si sólo fuera un número en una hoja de papel, sino de preservar la vida, la historia y la economía de toda una región, y si se construye este Acueducto Presa-Solís sólo le llegaría una tercera parte del agua que debe recibir.

“Respetuosamente, solicitamos a la Comisión Nacional del Agua reconsiderar el proyecto del Acueducto Presa-Solís antes de su ejecución, transparentar y socializar los estudios técnicos de impacto ambiental con participación de especialistas nacionales e internacionales”, afirmó.

En el Manifiesto se advierte que el Acueducto de la Presa Solís surtirá a León, Celaya, Salamanca, Irapuato y Silao, lo que significa una población de más de 3.5 millones de personas, de acuerdo con datos del Censo del Inegi del 2020, y cada persona consume al día en el hogar 366 litros, de acuerdo con la Encuesta de Geografía y Medio Ambiente del Inegi. 

En el documento además solicitan garantizar el cumplimiento de los volúmenes mínimos establecidos en los acuerdos y los decretos vigentes, abrir una mesa de trabajo interestatal que incluya a los tres niveles de Gobierno y convoque a los municipios y especialistas.

Los presidentes municipales a favor del manifiesto son: el anfitrión Alejandro Aguirre Curiel, de Chapala; Deysi Nallely Ángel Hernández, de Ocotlán; Arturo Israel Ascencio Gómez, de Poncitlán; Hugo David García Vargas, de Jocotepec; Santiago Coronado Valencia, de Tizapán el Alto; César Celestino Molina Sahagún, de Jamay; Juan Diego Fonseca Zepeda, de Tuxcueca, y el regidor Raúl Roberto Ruedas Barajas como representante de La Barca.

Los alcaldes mencionaron que ninguna obra o decisión administrativa debe poner en riesgo la vida del Lago de Chapala porque es el corazón hídrico y cultural de la región, además su caudal y su equilibrio ecológico determinan el presente y el futuro de millones de personas.

Los firmantes solicitan respetar los acuerdos logrados con los estados de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago en el Convenio de Coordinación y Concertación (2004) y el Decreto sobre la Subregión Hidrológica Lerma-Chapala (2014), los cuales establecen criterios de reparto y protección del Lago de Chapala.

Ambos convenios obligan a la Conagua a consultar y coordinarse con todos los estados de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago antes de modificar la distribución.

Los riesgos de esta reducción provocarían que el Lago se achique, la pesca se muera, el turismo se apague, se pierda la biodiversidad y las familias se vean obligadas a migrar como ocurrió en los años 1955 cuando cayó al diez por ciento de su capacidad y en el año 2000, casi se repite la historia, declaró.

“El Lago de Chapala no olvida esos años en que su línea costera se retiró más allá de su vista, y la gente salió en procesión a pedir lluvia”, aseveró.

Los alcaldes se comprometieron a asistir a las mesas de trabajo y llevar una relación proactiva con los gobiernos federal y estatal.

El Lago de Chapala es el más grande de México, la mayor reserva de agua superficial, un Sitio Ramsar, lo que significa que es reconocido como un humedal de importancia internacional y es reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de Jalisco.

Abastece al 60% del agua en el Área Metropolitana de Guadalajara y a decenas de comunidades en Jalisco y Michoacán. Es el sustento de pesca, agricultura, turismo y patrimonio cultural para generaciones enteras.