Morelia, Michoacán

Heliodoro Gil Corona, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), analizó los principales indicadores económicos de México, destacando una narrativa de estabilidad macroeconómica y crecimiento.

En su análisis, Gil Corona subrayó que, a pesar de la persistente inflación, la economía mexicana ha mostrado un buen desempeño en varios aspectos clave. El Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.6% en el primer trimestre del año, mientras que las remesas familiares aumentaron 1%, reflejando la fortaleza del peso frente al dólar. En abril, el empleo formal creció con la creación de 85 mil nuevos puestos de trabajo, el mejor registro para un mes de abril durante la presente administración federal.

A pesar de estos avances, Gil Corona señaló que la inflación ha mostrado resistencia a la baja, con una tasa general de 4.65% en abril, similar a la de diciembre del año pasado. Destacó que la inflación subyacente, que elimina la volatilidad de precios temporales, fue de 4.37%, pero algunos componentes, como los servicios de vivienda y educación, se mantuvieron por encima del 5%.

En términos regionales, el empleo formal mostró una distribución desigual. La región norte concentró el 38.4% del empleo formal, con Nuevo León generando más de 50 mil puestos de trabajo, mientras que la región sur, con una participación del 7.6%, destacó Quintana Roo con casi 18 mil nuevos empleos. La región centro y centro-norte también mostraron significativos crecimientos, aunque con variaciones entre estados.

Gil Corona también abordó la reciente decisión del Banco de México de mantener la tasa de interés de referencia en 11%, en respuesta a la lenta disminución de la inflación. Esta política monetaria restrictiva tiene como objetivo controlar la demanda de bienes y servicios y, eventualmente, bajar los precios.

Finalmente, Gil Corona anticipó que, a pesar de la incertidumbre electoral, los indicadores económicos sugieren que el segundo semestre del año podría tener un mejor desempeño que el primero. Esto podría llevar a un crecimiento económico del 2.8% para fin de año, dependiendo de la evolución de la inflación y las decisiones del Banco de México respecto a la tasa de interés.