Expertos analizan los tintes neofascistas en Morena y su alejamiento de principios democráticos.
Alfredo Figueroa, exconsejero del IFE, junto a Jacobo Dayán, director de CCU Tlatelolco, han identificado tintes neofascistas en Morena, destacando su distanciamiento de los principios democráticos.
“Es México 2024 y aquellos que llegaron al poder llamándose a sí mismos progresistas tienen comportamientos cercanos al fascismo, en algunos de los casos que están planteando”, aseveró Figueroa.
Figueroa describió el fascismo como una situación donde los líderes se perciben como los únicos responsables y moralmente superiores, ignorando las discrepancias dentro de la población.
“Cuando ellos se sienten los depositarios de la única moral que hay, del único pueblo que hay, de la única interpretación que hay, sin entender que son representantes del 54 por ciento de la ciudadanía de este país, se colocan en una concepción del mundo que se acerca al fascismo y no al estado de proceso de derecho democrático que ha sido una lucha muy importante del siglo 20”, explicó.
Jacobo Dayán concordó con Figueroa, mencionando que no se trata de un fascismo tradicional, sino de un neofascismo.
“No nada más coincido, yo escribí un texto al respecto, no ahora, hace tres años, que me parece que Morena tiene tintes neofascistas, evidentemente no estamos ante un fascismo tradicional, pero sí se asume abiertamente como un régimen totalitario, es decir, nada existe fuera de Morena, el único pueblo válido es el pueblo que vota por Morena, tiene tintes antidemocráticos, ultranacionalistas”, detalló.
Además, Figueroa señaló que la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha proclamado que nadie puede oponerse al pueblo, una afirmación que él considera falsa, ya que su gobierno solo representa a una parte de la ciudadanía.
“De ahí a pasar a decir que yo soy el único intérprete del pueblo posible, yo Andrés, el depositario de eso soy, y luego lego eso a la próxima presidenta de México o a 4 nombres que firman esto, a ver, muestra lo que son, este tipo de planteamientos deberían preocuparnos profundamente en México”, afirmó.
Figueroa también advirtió que estos planteamientos vienen acompañados de actos corruptos y contradicen la idea de que fueran un movimiento progresista y de izquierda.
Dayán agregó que la única forma de contrarrestar esta situación sería a través de voces internas, aunque teme que no sean suficientes para hacer un cambio significativo.
“La historia hablará de este momento, de sus carreras, de sus reputaciones, lo mismo ocurrirá con aquellos que antepongan el bien público, el bien común, la democracia, a una carrera política o a un hueso”, concluyó.