Inspirado en la filosofía africana, el proyecto escolar Ubuntu despierta la empatía y solidaridad para fomentar el respeto

Morelia, Michoacán.- En la escuela primaria Benemérito de las Américas, en Morelia, un grupo de quinto grado ha experimentado una transformación profunda gracias a la filosofía africana Ubuntu. En un contexto de desafíos sociales y educativos, la maestra Itzia Teresita Jiménez Cerda introdujo esta práctica como una herramienta para fomentar la empatía, la solidaridad y el respeto entre los estudiantes.

A través de este proyecto que la hizo ganadora de la Medalla a la Práctica Docente, y que significa “humanidad hacia los demás” o “yo soy porque nosotros somos”, los alumnos han construido un ambiente de aprendizaje inclusivo y colaborativo, superando las divisiones y fortaleciendo sus lazos comunitarios, situación que destaca la Secretaría de Educación del Estado (SEE).

El proyecto escolar Ubuntu

La implementación de Ubuntu ha generado un impacto significativo en la dinámica del grupo. Los estudiantes, provenientes de diversos entornos sociales y culturales, han aprendido a valorar sus diferencias y a trabajar juntos en pos de un objetivo común. La filosofía africana ha promovido la comunicación abierta, el respeto mutuo y la resolución pacífica de conflictos. Además, ha fortalecido el vínculo entre los estudiantes y su maestra, creando un ambiente de confianza y aprendizaje mutuo.

Los efectos del proyecto se han extendido más allá del salón de clases, llegando a las familias y su comunidad. Madres y padres de familia y maestros han entendido esta filosofía y han comenzado a integrarla en sus vidas cotidianas. La escuela ha experimentado un cambio positivo en su clima escolar, fomentando una cultura de respeto, inclusión y colaboración.

La experiencia de los alumnos demuestra el poder transformador de la educación y la importancia de cultivar valores humanos en las nuevas generaciones. Esta iniciativa educativa es un ejemplo inspirador para otras escuelas y comunidades, demostrando que es posible construir un futuro más justo y equitativo a través de la educación y la práctica de valores universales.