Morelia, Michoacán, 11 de septiembre de 2024.- La reciente adhesión del PRD a los intereses del Morena es producto de una decisión pragmática y de un simple deseo de sobrevivencia.
Se entiende, pero…, ¿cómo se justifica ante los votantes?
Una vez que el sol azteca ha perdido el registro nacional, lo que sigue es transitar hacia el registro como partido político local. Ya adelantó su dirigente estatal, Octavio Ocampo Córdova que su nuevo nombre será “PRD Michoacán”.
Hace unas horas apenas, y por gestiones de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se consumó la traición de la senadora perredista Araceli Saucedo Reyes a los votantes de Michoacán, quienes en su inmensa mayoría habían votado por ella sin conocerla, pero esperando que fuera un contrapeso de la 4T en el Senado.
Ante lo inevitable, Octavio Ocampo, además de defender a su senadora, ha matizado la postura del PRD, que ahora se perfila como el dedo chiquito del Morena. El más chiquito de todos, porque por arriba de ellos estarán el PVEM y el PT.
A decir del dirigente estatal, el nuevo sol azteca no será un aliado incondicional de la 4T, y recientemente ya anticipaba una serie de propuestas de su partido para las leyes reglamentarias de la ahora consumada reforma judicial de Andrés Manuel López Obrador. Lo que muchos llaman “El capricho presidencial”.
Sin embargo, percibo que el PRD en los hechos le está apostando, por un lado a que sus presidentes municipales cuenten con respaldo de los gobiernos morenistas federal y estatal, y que de esa forma no emigren hacia el Morena en la búsqueda de recursos para sus municipios.
Pero también, los perredistas que aún quedan esperan ser la opción de algunos que primero se fueron con los guindas para que regresen a pelear por las cuotas que les corresponderían en caso de una eventual alianza.
Lo que en gran medida hacen ahora el PT y el PVEM, quienes reciben y postulan a quienes por una u otra razón no quieren o no pueden ser candidatos del Morena.
Veamos si les sale la jugada, porque yo veo a muchos perredistas que se quedaron sin liderazgo y sin cargo que están impulsando este sometimiento a la 4T con la esperanza de en el momento indicado dar el brinco con sus antiguos compañeros de partido.
La posición del PRD es complicada, el partido pende de un hilo y si en el Morena no les respetan los acuerdos, los mismos guindas tienen en sus manos las herramientas para ahora sí extinguir al sol azteca, como siempre han querido.
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