Morelia, Michoacán, 30 de agosto de 2024.- Juan Pablo Celis Silva se vería impedido estatutariamente para “dobletear”, como pretenden él y su patrón, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
El artículo 8 de los estatutos internos del Morena establece que los órganos de dirección ejecutiva del partido no deben ni pueden ser ocupados por funcionarios o integrantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en todos los niveles.
Así que Juan Pablo Celis, sí o sí, tendrá que decantarse por ocupar uno solo de los dos cargos que quisiera, el de dirigente estatal del Morena, o bien, el de diputado local plurinominal.
Ahora que siendo el partido guinda un instituto muy dado al agandalle, y siendo además heredero de una arraigada tradición perredista de “acuerdos políticos” para eludir las reglas internas, pues todo puede pasar.
Pero volviendo al tema de los estatutos, Alfredo Ramírez podría tomar la decisión de dejar a Celis Silva en la dirigencia estatal del Morena hasta concluir su periodo.
Al fin y al cabo, con la reciente incorporación del ex priista y ex ecologista, Marco Polo Aguirre Chávez a la bancada guinda, al gobernador se le abre otra oportunidad de pelear por la coordinación de la bancada en la 76 Legislatura.
Y es que por más que la también diputada electa, Fabiola Alanís Sámano, sea recomendada de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, lo cierto es que tampoco forma parte del equipo cercano…, del círculo de amigos, de Ramírez Bedolla.
Por eso creo que la jugada de sumar a Marco Polo Aguirre a la bancada del Morena es para tener a alguien de la confianza del mandatario estatal en el Poder Legislativo, y mantener el control formal del partido en el estado a través de su empleado Juan Pablo Celis.
¿O usted qué opina?