Morelia, Michoacán, a 29 de junio de 2024. El pasado mes de mayo, Felipe de la Mata Pizaña, magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, publicó su primer libro, titulado ‘Las heridas’, con el contexto del México de los años 80.
El autor compartió en exclusiva para CB Televisión los pormenores de su novela, que se puede encontrar en todas las librerías del país.
“Frente a nuestros ojos, el país ha ido cambiando. Esta novela trata de evocar otro tiempo, otro México, y trata, recordándole a los jóvenes, que había un México diferente, antidemocrático, con un estado opresor”, afirmó.
La obra de Felipe de la Mata muestra la llamada Guerra Sucia y las elecciones presidenciales de 1988, por lo que los protagonistas de la historia luchan para encontrar un equilibrio ante un ambiente hostil.
“Tenemos dos protagonistas. Una mujer de izquierda radical, del movimiento de Lucio Cabañas, que se integra a la guerrilla, que pelea en la sierra de Guerrero, que sufre tortura y la desaparición forzosa de su pareja y que a partir de ahí se marca su vida hacia el porvenir”, declaró.
Por último, De la Mata recordó su lugar natal, mismo que se ve reflejado en su novela, con diversas descripciones gastronómicas y culturales.
“El barrio de Mixcoac es el barrio de mi vida, es un barrio que tiene raíces indígenas. En Ciudad de México es curioso encontrar ruinas arqueológicas. Viven ruinas arqueológicas con edificios del siglo XVI, y está anclado a una de las zonas más urbanas y transitadas de la ciudad. Se ven miles de personas vivir, trabajar, moverse, pero es un barrio de raíces prehispánicas con vestigios históricos del siglo XIV. Es un barrio donde se unen restaurantes llenos de cristales con mercados llenos de colores, olores y tradiciones. Tenía yo que puntualizar la evolución del barrio de Mixcoac”, finalizó.
El libro ‘Las heridas’ otorga un mensaje hacia la juventud para voltear atrás, a una época compleja de México, uno en el que la igualdad democrática era inexistente, o por lo menos, el pueblo no la percibía.