Butler, Estados Unidos

Los compañeros de escuela de Thomas Matthew Crooks, el joven de 20 años que el sábado 13 de julio intentó asesinar a Donald Trump durante un mitin en Butler, lo describen como “socialmente reservado”, “solitario” y “callado”, pero muy afectado por el acoso al que era sometido.

“Era tranquilo, pero sencillamente le hacían bullying”, dijo Jason Kohler, quien estudió en la misma escuela que el tirador, abatido por agentes del Servicio Secreto luego de que disparó con un rifle contra el candidato presidencial republicano.

Indicó que otros estudiantes se burlaban de Crooks por su forma de vestir, ya que a veces se ponía ropa de caza.

Otros compañeros no lo recuerdan hablando de política, aunque a los 17 años donó 15 dólares a ActBlue, un comité que recauda dinero para políticos de izquierda y demócratas.

Por su parte, CNN aseguró este lunes que Crooks compró 50 rondas de municiones en una armería local, apenas unas horas antes de producirse el ataque e indicó que su padre tiene registradas legalmente a su nombre más de 20 armas.

El tiroteo ha desatado una ola de críticas contra el servicio secreto, incluso Kate Bolduan, secretario de Seguridad Nacional reconoció que el intento de magnicidio fue un fracaso de los servicios de seguridad.