Janitzio, Michoacán | Redacción ACG.- La isla de Janitzio, uno de los lugares más emblemáticos de Michoacán durante la celebración del Día de Muertos, se alista para recibir a miles de visitantes nacionales e internacionales que llegarán para vivir la tradicional Noche de muertos, una de las manifestaciones más profundas y representativas de la cultura purhepecha.
Turistas provenientes de Asia, Europa y distintas partes del mundo —especialmente de China, Japón, Alemania y otros países del viejo continente— se preparan para presenciar esta celebración única que comienza a las 12 de la noche del 1 de noviembre y se extiende hasta las 7 de la mañana. Durante esas siete horas, las familias de Janitzio permanecen en el panteón acompañando a sus difuntos con arcos florales, velas, ofrendas y los manjares preferidos por quienes partieron antes.
El panteón de Janitzio conserva una tradición íntima y comunitaria: únicamente las familias originarias del pueblo pueden ser sepultadas allí. Sin embargo, en los últimos años ya no ha sido posible enterrar a más personas debido a la falta de espacio. Solo se permite hacerlo en el mismo sitio donde reposan los parientes, lo que ha convertido el camposanto en un símbolo vivo de la memoria familiar y colectiva.
Entre el resplandor de las velas y el aroma del cempasúchil, Janitzio se prepara para una nueva Noche de Muertos, donde la vida y la muerte vuelven a encontrarse en un mismo altar, y donde los visitantes descubren la fuerza de una tradición que sigue latiendo en el corazón del lago de Pátzcuaro.