Esto va contra la ley que cita: “No podrán ser candidatos quienes hayan sido sancionadas como deudor alimentario o moroso”.

En una serie de acusaciones hacia el morenista Antonio Ixtláhuac, antes presidente municipal de Zitácuaro y ahora candidato al mismo puesto buscando la reelección, se destapó la deuda alimenticia que presenta a uno de sus hijos, interpuesta recientemente.

Apenas el 06 de febrero del 2024, el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán, en el Distrito Judicial de Zitácuaro recibió la demanda dirigida a Juan Antonio Ixtlahuac Orihuela; Con folio 16, fecha 06/02/24 a las 12:12 horas y un expediente más con número 67/2013 presentado desde el 2021.

De esta manera se comprueba que Toño Ixtlahuac, quien busca la reelección como edil de Zitácuaro, es deudor alimentario, algo que debería tener como consecuencia la baja de su candidatura, tal como lo indica la ley.

Desde el 2029 el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó los Lineamientos para que los partidos políticos nacionales prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia política contra las mujeres en razón de género.

Los lineamientos incluyen un capítulo 3 de 3 contra la violencia, en el cual los partidos políticos están obligados a solicitar a las y los aspirantes a una candidatura firmar un formato, de buena fe y bajo protesta de decir verdad, donde se establezca que no hayan sido condenados o sancionados por violencia familiar o doméstica; por delitos sexuales, contra la libertad sexual o la intimidad corporal.

Si Ixtlahuac, el candidato de MORENA, firmó este documento, que tuvo que haber sido así, entonces mintió y ocultó su deuda familiar, demostrando y confirmado así los señalamientos que recientemente Silvano Aureoles y Octavio Ocampo del PRD han hecho, de no bajarlo de “mentiroso”, “traidor” y además acusarlo de amedrentar a los trabajadores del ayuntamiento de Zitácuaro para votar por él.

La ley lo cita: “No podrán ser candidatas o candidatos las personas que hayan sido sancionadas como deudor alimentario o moroso, que atenten contra las obligaciones alimentarias, salvo que acredite estar al corriente del pago o que cancele en su totalidad la deuda, y que no cuente con registro vigente en algún padrón de deudores alimentario”.

Las autoridades electorales tendrían que ser más cautelosas al aceptar las candidaturas, pues con esto se demuestra que no basta con solo firmar un documento acreditando no adeudar; esta es la gravedad de los políticos que buscan gobernar a toda costa.