Armando Salud Mental

Es muy común que al momento de pensar en tener una relación de pareja se piense en las características deseables que debe poseer quien en su momento se elija para tener una relación, el ideal de pareja suele pasar de ser algo fantasioso a ser real, es justo en este momento que muchas parejas se decepcionan cuando ya han comenzado con esa relación y no es lo que se esperaba o como suelen decir “no es lo que yo pensaba” siendo entonces también el momento donde los conflictos pueden iniciar ya que se comienza a enfrentar una realidad donde todas aquellas características que se deseó tuviera la pareja en turno no las está teniendo.

Generar expectativas, fantasear con el “ideal” es también dar la pauta para poder tener elementos de cómo queremos que sea la pareja y en cierta medida es sano sin embargo obsesionarse a tal grado de que todo debe ser como se desea genera mucho sufrimiento al enfrentarse a la realidad donde la pareja no es como se desea ni como se piensa.

Quienes se aferran a ese “ideal de pareja” tienen más probabilidades de sufrimiento en la relación ya que de manera constante van a querer cambiar todas aquellas conductas que no entren en lo que se ha deseado a lo largo de los años, no estoy diciendo que es malo tener ese “ideal” sino ubicarse en un sentido de ver la pareja “real” y hacer una valoración de las conductas en la dinámica de la relación para analizar si es posible flexibilizarse y aceptar en la medida de lo posible a quien se tenga como pareja, la idea no es tampoco dejar pasar por alto aquellas conductas que te lastiman sino generar un equilibrio, por ejemplo; hay quienes esperan de la pareja un abrazo o palabras de aliento todos los días pero al no tenerlas se decepcionan y comienzan a generar pensamiento como: mi pareja no me quiere, no le importo, yo siempre quise que fuera detallista pero no lo es, etc. y se enfrentan a problemas por esta situación, es entonces cuando quieren de todas las maneras posibles cambiar a la pareja cuando probablemente el motivo para que no sea así tiene que ver con muchas cosas pero menos porque no haya interés en le relación. 

Siempre llega un momento en todas las relaciones que las expectativas (ideal de pareja) que se generan deben irse modificando y adaptando de tal manera que se encuentre un punto de equilibrio para poder hablar de todo aquello que se desea en la dinámica de la relación y de forma realista se vea lo que se tiene de pareja para entonces; con todos los elementos posibles analizar y tomar una decisión de seguir o no en la relación, hoy día hay muchas parejas que no tienen tolerancia a la frustración y si algo no les gusta del otro lo primero que hacen es dar por terminada la relación, no fomentan el diálogo ni la escucha afectiva para solucionar los problemas.

En muchos casos en mi consulta privada a las parejas las enfrento y confronto en su realidad para que dejen de vivir en esa fantasía y sean capaces de identificar las necesidades que tiene el otro para que puedan atenderlas, por eso mismo en muchas relaciones no se sienten escuchados (as) ni tomados (as) en cuenta y como consecuencia terminan la relación.

Lo ideal para atender este tipo de situaciones y lo que recomiendo es ir a terapia con el/la psicólogo (a) especialista para poder tener las herramientas necesarias para mejorar en la relación.