Está previsto que los hallazgos arqueológicos durante las excavaciones se integren en la estación una vez terminada para ser exhibidos.

Roma.- Las obras para la construcción de la futura estación de plaza Venecia, parte del ambicioso proyecto de la línea C del metro de Roma, han sacado a la luz restos arqueológicos de época romana y medieval, entre ellos un complejo habitacional de varios pisos y antiguos hornos de cal.

Los restos romanos corresponden a estructuras residenciales y comerciales datadas entre el final de la República y el inicio del Imperio, que podrían asociarse a las 'insulae', viviendas colectivas típicas de las clases populares de la Roma imperial, informó este lunes el ministerio de Cultura.

Estas construcciones fueron halladas junto al antiguo trazado de la Vía Flaminia, una de las principales arterias romanas, cuyo recorrido se documenta desde el siglo III a.C. atravesando lo que hoy es el centro histórico de Roma.

Durante las excavaciones también se identificaron restos medievales relacionados con la vía, que en ese período seguía en uso, aunque ya no pavimentada con losas de piedra (basoli), que podrían encontrarse en un nivel más bajo, sino con sucesivas capas de tierra apisonada que se renovaban al deteriorarse.

Del mismo período datan varios hornos de cal descubiertos en la zona, utilizados para transformar mármol en cal viva y ubicados en el límite de la Vía Flaminia para facilitar el transporte de los bloques de mineral.

"Una vez más, la construcción de una estación del metro nos permite redescubrir el pasado de nuestra ciudad", afirmó este lunes Daniela Porro, superintendente especial de Roma del ministerio de Cultura.

Asimismo destacó "el suntuoso palimpsesto de varias épocas" que ha emergido del subsuelo y que "deberá ser valorizado al máximo en la futura estación".

La intervención en Plaza Venecia forma parte de las obras para completar la tercera línea de metro de Roma, en construcción desde 2007, que atravesará la ciudad desde el noroeste, pasando por el centro histórico de la capital italiana.

La futura estación representa uno de los mayores desafíos de ingeniería de la línea C: estará situada a 45 metros de profundidad, con muros de contención que alcanzarán los 85 metros, además de la complejidad derivada del trabajo arqueológico.

Está previsto que los hallazgos arqueológicos durante las excavaciones se integren en la estación una vez terminada para ser exhibidos.

Para proseguir con las obras, los constructores han tenido que excavar por completo la zona de Plaza Venecia y protegerla con barreras hasta que terminen, no antes de 2030.