Morelia, Michoacán, 08 de septiembre de 2024.- En tu vida. Hemos destruido la tierra, deforestada y contaminada, expuesta a fenómenos violentos como los huracanes y la sequía, Dios nos salva en Cristo, cambia nuestra suerte.
El mundo de la fe, del temor de Dios y de los mandamientos también está devastado, todo mundo comete pecados y crímenes.
Dios habla. Retomamos el Evangelio de Marcos que sencillamente presenta a Cristo, el Hijo del Hombre, sometido a las pruebas, al rechazo del pueblo, camino a la prueba final y el triunfo.
Dios cumple las profecías de tiempos mejores, de progreso y paz y riqueza como anunciaba Isaías.
Algunos datos de Marcos ubican a Jesús fuera del pueblo escogido, en tierra de paganos, trayendo la salvación con milagros y curaciones, sale de la tierra de Tiro y Sidón, se dirige hacia su tierra.
No tiene la acepción de personas que se da en la comunidad como señala el apóstol Santiago, como los escribas y fariseos sino que atiende a los más pobres y despreciados.
Cura a un sordomudo, su acción es de gestos y palabras, como en los sacramentos. Su palabra: Efeta, ábrete. Es el milagro.
Entre nosotros, desamparados y sin empleos, sometidos a la pobreza, la inseguridad, la destrucción de las instituciones de la justicia, con la reforma al poder judicial, del orden que nos da paz y progreso para establecer una dictadura, Cristo tiene el poder de liberarnos de los demonios y de sus sicarios, de sus ataques.
Cristo en tu vida. Recuperemos a Dios, convirtámonos a su Palabra, sus mandamientos, no seamos criminales como los pecadores.
Cristo en la misa. Recibe a Cristo en el Pan, debes alimentarte primero de su Palabra, medita el Evangelio.