Entre el asedio del crimen, la censura y la impunidad, la prensa en el país vive una lucha por la supervivencia.

Redacción / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. El periodismo es una labor esencial para la democracia y la transparencia, ambas pilares de la sociedad democrática, sin embargo, esta profesión se ha convertido en una de las más peligrosas del país, con un ambiente hostil marcado por la violencia, la censura y la impunidad.

Este viernes se conmemora el Día de la Libertad de Expresión en México, en un momento crucial en el que el periodismo juega un papel preponderante debido a que se acaban de realizar las elecciones más grandes de la historia del país y nos encontramos en la antesala del cambio de gobierno, que ahora estará por primera vez en manos de una mujer.

De acuerdo con Artículo 19, organización no gubernamental dedicada a la defensa de la libertad de expresión, en 2023 se registraron 561 agresiones contra la prensa y medios de comunicación en México y cinco homicidios. Estas agresiones incluyen amenazas, intimidaciones, ataques físicos y desapariciones. La cifra, aunque alarmante, no refleja completamente el miedo y la autocensura que muchos periodistas experimentan diariamente.

En el reporte “Violencia contra la prensa en México en 2023: ¿cambio o continuidad?”, la organización recordó los asesinatos de cinco periodistas con un posible vínculo a su labor: Marco Aurelio Ramírez Hernández (Puebla), Luis Martín Sánchez Íñiguez (Nayarit), Nelson Matus Peña (Guerrero), Jesús Gutiérrez Vergara (Sonora) e Ismael Villagómez Tapia (Chihuahua).

Este dato posiciona al país como uno de los más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, superado solo por naciones en conflicto armado como Siria y Afganistán.

Entre los casos más notorios se encuentra el asesinato de la periodista Lourdes Maldonado, quien había denunciado previamente amenazas en su contra. Su muerte, ocurrida en enero de 2023, subrayó la desprotección en la que viven los periodistas mexicanos, incluso aquellos que buscan refugio y protección del Estado.

La impunidad es otro de los grandes problemas que enfrentan los comunicadores en México. Según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), más del 90% de los crímenes contra periodistas quedan sin resolver, creando un entorno de desprotección y vulnerabilidad. Las amenazas no provienen solo de organizaciones criminales, sino también de actores políticos y económicos, que buscan silenciar la crítica y el escrutinio público. Incluso, algunas declaraciones vertidas desde Palacio Nacional, dejan a la prensa en una posición vulnerable ante la opinión pública, por el peso de tienen entre sus simpatizantes las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En este contexto, el Día de la Libertad de Expresión en México no es solo una fecha para conmemorar, sino un recordatorio de la urgente necesidad de tomar acciones concretas para proteger a quienes ejercen el periodismo. La sociedad civil, organizaciones internacionales y algunos sectores gubernamentales han insistido en la creación de mecanismos más efectivos para la protección de periodistas, incluyendo un fortalecimiento de las instituciones encargadas de investigar y perseguir los delitos contra la prensa.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido criticado por su relación tensa con los medios de comunicación. Sus constantes ataques verbales a periodistas y medios críticos han sido señalados por expertos como una forma de discurso que podría legitimar la violencia contra la prensa. Sin embargo, el mandatario ha defendido su postura argumentando que su administración respeta la libertad de expresión y que las críticas son parte del ejercicio democrático.

El panorama para los periodistas en México sigue siendo sombrío, pero la resistencia y la determinación de los comunicadores para seguir informando, a pesar de los riesgos, son un testimonio del compromiso con la verdad y la libertad de expresión. En este Día de la Libertad de Expresión, la comunidad periodística y la sociedad en general están llamadas a reflexionar sobre el valor de la información libre y la necesidad de proteger a quienes se arriesgan para mantenernos informados.