Morelia, Michoacán
En fechas recientes, el asteroide 2011 UL21 tuvo un acercamiento “peligroso” a la tierra, viajando a unos 100 mil kilómetros por hora. Este objeto tiene un tamaño estimado de entre 1.7 y 3.9 kilómetros, lo que lo convierte en uno de los objetos más grandes que han pasado cerca de la Tierra en los últimos años. Lo anterior de acuerdo con el doctor Bernardo Cervantes Sodi, investigador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Morelia.
Su acercamiento máximo se calcula en unos 6.6 millones de kilómetros de la superficie terrestre, que es más de 17 veces la distancia que hay entre la Tierra y la Luna; sin embargo, por pasar a una distancia menor a 20 veces la distancia a la Luna, por convención, se considera un “objeto potencialmente peligroso”. Además, su considerable tamaño le hace merecer el título de “destructor de planetas”, dado que un impacto de un objeto de esas dimensiones sería capaz de desencadenar un evento de extinción masiva.
“Solo por comparación, el asteroide al que se le atribuye la extinción de los dinosaurios, hace 66 millones de años, tenía un tamaño de unos 10 kilómetros, mismo que produjo el cráter de Chicxulub de 200 kilómetros de diámetro en la península de Yucatán”, explicó Cervantes Sodi.
El asteroide 2011 UL21 orbita el Sol, con un periodo de tres años y su próximo acercamiento a la Tierra ocurrirá en 65 años, es decir en el año 2089, cuando se acercará a unos 2.7 millones de kilómetros de nuestro planeta, lo que además lo hará visible para quienes son observadores del espacio dado el brillo que llega a alcanzar este tipo objeto astronómico.
No obstante, y a pesar de ser considerado un objeto “peligroso” e incluso “destructor de planetas o mata planetas”, es posible, según experimentos recientes, desviar este tipo de cuerpos, tal y como ocurrió en septiembre del 2022, cuando la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) consiguió chocar una nave espacial contra el asteroide Dimorphos y así desviarlo de la tierra.
“Dimorphos es un asteroide de unos 180 metros de longitud, que no representa ningún peligro para la Tierra y que orbita a un asteroide de mayor masa, Didymos, tal como la Luna orbita a la Tierra. El experimento consistió en hacer chocar la nave espacial con el fin de reducir el periodo orbital de Dimporhos en una media hora, objetivo que cumplió exitosamente, convirtiendo esta prueba en la primera prueba exitosa con miras a implementar un sistema de protección planetaria”, así lo consideró el especialista del IRyA.
El doctor Cervantes añadió que, a pesar de este experimento y de que no haya ningún riesgo en el futuro previsible para nuestro planeta, “existen esfuerzos con el fin de implementar estrategias para la defensa activa del planeta y la supervivencia de nuestra especie”, recalcó.
Cabe mencionar que al día de hoy, hay más de 30 mil objetos que son monitoreados por astrónomos constantemente, cuya trayectoria se acerca a la de la Tierra, mismos que no representan ningún riesgo, al menos en los próximos 100 años. Con el fin de asegurarnos de ello, constantemente se realizan observaciones para contar con mejores modelos para las trayectorias de todos estos objetos y poder producir predicciones más precisas y confiables que se extiendan a más años en el futuro.