La mortalidad infantil y materna es «tres veces mayor», que la desnutrición «afecta al doble de menores indígenas respecto a los no indígenas» y que las infancias indígenas «son víctimas de violencia estructural, trata y explotación»
La Paz. - Menores indígenas de Latinoamérica y el Caribe hablaron sobre sus necesidades en el informe 'Voces de las niñas, niños y adolescentes indígenas de América Latina y el Caribe', en "temáticas críticas" como la salud, educación y protección, además llamaron a países de la región a desarrollar una "agenda pública".
El secretario Técnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac), el colombiano Darío Mejía, en entrevista explicó que los retos de los indígenas jóvenes tienen que ver con "la crisis climática, la movilidad, distanciamientos de sus ancestros, crisis de identidad y los nuevos fenómenos como la tecnología".
El informe 'Voces de las niñas, niños y adolescentes indígenas de América Latina y el Caribe' recoge los testimonios de 69 menores de las comunidades Rosario (Argentina), Corque Marka (Bolivia), Ceará Pitaguary (Brasil), Muellamunes (Colombia), Otavalo (Ecuador), Palín (Guatemala), Juchitán de Zaragoza (México) y Alto Mishahua (Perú), autorizados por sus comunidades.
La recopilación de información se hizo mediante "talleres interculturales" con grupos de niñas y niños de 5 a 11 años y adolescentes de 12 a 18 años, refiere el estudio.
El texto advierte desde un inicio sobre el "desafío" que supuso su elaboración por "la falta de datos e información actualizada, comparable y confiable" para entender las desigualdades que afectan a las niñas, niños y adolescentes indígenas.
"No contar con datos pertinentes, muchas de estas políticas elaboradas desde el nivel central o desde instituciones externas, con muy buenas intenciones, terminan impactando de manera negativa la identidad de los pueblos", advirtió Mejía.
Principales hallazgos
El principal representante de Filac señaló que el acceso a la educación para las poblaciones indígenas "sigue siendo bastante reducido", además de que el tipo de instrucción que se ofrece "sigue siendo administrada o planificada con contenidos externos".
El informe establece que la mortalidad infantil y materna es "tres veces mayor", que la desnutrición "afecta al doble de menores indígenas respecto a los no indígenas" y que las infancias indígenas "son víctimas de violencia estructural, trata y explotación".
A esto se suma la "alta prevalencia de embarazo adolescente y uniones tempranas" y que las voces de los menores "aún no son marginales en la toma de decisiones", refiere el estudio.
Al respecto, Mejía indicó que "la mayoría" de los pueblos indígenas distantes apenas tiene acceso a servicios básicos (salud, educación), aunque cuando estos existen "no siempre" se instauran por medio de la concertación, sino a través de la imposición.
Otro aspecto que el secretario Técnico de Filac toma en cuenta es la situación de las poblaciones indígenas en las áreas urbanas, que puede darse por "necesidad de estudios, trabajo o efectos de la violencia" o porque las ciudades alcanzaron territorios indígenas.
Cuando esto último ocurre, muchas veces la urbanización de espacios indígenas se da "sin procesos de concertación y planificación conjunta", lo cual provoca que "el acceso a los servicios no sea de acuerdo a su identidad".
El informe hace hincapié en la "recolección de información" que también considere una "desagregación de datos por edad, sexo, ubicación urbana-rural", entre otras variables, para establecer con más exactitud la situación de la infancia y adolescencia indígena.
Mejía enfatizó en la urgencia de "reforzar la alianza entre las instituciones que trabajan por la niñez", la necesidad de que "se concreten políticas (estatales) con las autoridades indígenas", de forma que aquellas sean acordes a sus idiomas, realidades históricas y territoriales.
Asimismo, indicó que es necesario "que se destinen presupuestos concretos" para atender las demandas de los pueblos indígenas, a fin de evitar el aumento de las brechas con poblaciones no indígenas, además de la inversión en "procesos de concienciación" al resto de la población para evitar la reproducción de patrones de discriminación.
Además de Filac, en el estudio sobre la infancia y adolescencia indígena colaboraron la Red de Jóvenes Indígenas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población para las Naciones Unidas (Unfpa).