Morelia, Michoacán
El pasado 2 de junio marcó el fin de la corta vida política de tres partidos de reciente creación en Michoacán: Tiempo por México, Michoacán Primero y Más Michoacán. Ninguno de ellos logró obtener el tres por ciento de los votos necesarios para mantenerse en la arena política. Sus líderes, Karla Martínez de Tiempo por México, Antonio Plaza de Michoacán Primero y Jesús Remigio García de Más Michoacán, compartieron con Primera Plana sus reflexiones sobre aciertos, desaciertos y su futuro en la palestra pública.
Una lección difícil pero enriquecedora
Karla Martínez, líder de Tiempo por México, destacó la importancia de la participación ciudadana en la vida pública, a pesar del resultado electoral desfavorable. “No desconocemos ni ignoramos el resultado, pero creemos que nuestra postura seguirá en invitar a los ciudadanos para tener una alternativa local centrada en mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos”, afirmó Martínez.
La líder partidista destacó que se logró algo: ganar la elección municipal en Benito Juárez. Además, adelantó que se va a judicializar la elección en Áporo, pues apenas les ganaron por 60 votos. “Vamos a demostrar que se tiene mucho por hacer. Alcanzamos el 1.3 por ciento de la votación. Además de que tenemos un plan de acción con el sector transportista para mejorar las condiciones de los trabajadores del gremio”, concluyó.
Un contexto adverso
Antonio Plaza, líder de Michoacán Primero, subrayó las condiciones inequitativas que enfrentaron. “Conocíamos las dificultades y, desafortunadamente, no logramos superarlas. Competimos en condiciones de inequidad con solo 11 meses desde que obtuvimos el registro para enfrentar una elección”, señaló Plaza.
El político michoacano añadió que se definirá la ruta a seguir en próximas fechas para invitar a la ciudadanía a representar una alternativa local centrada en mejorar la calidad de vida de las personas. “Aún falta la ruta por definir. Participamos en condiciones nada equitativas pero logramos sobreponernos a ellas, seguiremos buscando democratizar los espacios públicos y contar con mecanismos ciudadanos para evaluar el desempeño de quienes ostentan cargos públicos”, añadió.
El peso de la primera elección
Jesús Remigio García, de Más Michoacán, atribuyó el resultado a múltiples factores, entre ellos la falta de recursos y el poco tiempo disponible para consolidar el partido. “En 10 meses tuvimos que construir candidaturas y posicionarnos, mientras otras marcas llevaban años en campaña abierta. Las estructuras gubernamentales operaron en diversas regiones y esto también nos afectó”, explicó García.
De partidos políticos a asociaciones civiles
A pesar de la derrota, los líderes de estos partidos no abandonan la escena pública. Karla Martínez, Antonio Plaza y Jesús Remigio García coinciden en que continuarán su labor desde la sociedad civil, exigiendo a las autoridades electas que atiendan las necesidades ciudadanas y proponiendo mejoras en temas como seguridad, salud y medio ambiente.
Reflexiones finales y futuro
Martínez agradeció a quienes participaron y apoyaron a Tiempo por México, y reiteró que seguirán trabajando desde asociaciones civiles. “Agradecemos a la gente que nos recibió y dialogó con nosotros. Seguiremos planteando una ruta para el estado desde la sociedad civil”, comentó.
Plaza, por su parte, criticó el derroche de recursos y las condiciones inequitativas que enfrentaron. “Es una oportunidad para aprender. Buscaremos la revisión de la ley electoral para equilibrar la competencia”, afirmó.
García destacó el esfuerzo de los candidatos y militantes de Más Michoacán. “Aunque no logramos el objetivo, fue un esfuerzo auténtico y limpio. Continuaremos revisando nuestra situación política y definiremos nuestra ruta en las próximas semanas”, concluyó.
Hasta después de la elección de 2027 para gobernador de Michoacán se abrirá nuevamente el registro para conformar nuevos partidos políticos. Mientras tanto, Más Michoacán, Michoacán Primero y Tiempo por México desaparecerán como entes políticos, pero sus líderes aseguran que seguirán presentes en la vida pública desde la trinchera de las asociaciones civiles.