Chilpancingo, Guerrero
La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que los 11 cadáveres hallados en la batea de una camioneta la noche del miércoles 6 de noviembre en Chilpancingo, Guerrero, son parte del grupo de 17 personas desaparecidas hace dos semanas en la comunidad de El Epazote, en Chilapa.
El hallazgo se da en medio de una operación anunciada por el Ejército, con la participación de unos 400 elementos y helicópteros en Chilpancingo, Chilapa y Quechultenango, que tenía como objetivo localizar a los desaparecidos, todos con vínculos familiares.
Como se recordará, este miércoles en el Parador del Marqués, donde convergen la carretera federal Acapulco-México y la Autopista del Sol, las fuerzas de seguridad localizaron una camioneta blanca, que había sido robada en abril pasado, donde hallaron 11 cadáveres, seis de hombres, dos de mujeres y tres de menores de edad.
De acuerdo con reportes extraoficiales, los cuerpos estaban desmembrados dentro de bolsas de plástico color negro.
Unas 18 horas después del hallazgo, cinco de los cuerpos —de dos mujeres y tres menores— fueron identificados y se confirmó que corresponden a los desaparecidos de El Epazote, al mismo tiempo que fuentes extraoficiales aseguraron que los otros seis cuerpos forman parte del mismo grupo.
Las 17 personas estaban “retenidas” por la organización criminal Los Ardillos.
Como parte de la búsqueda, la FGE ofreció una recompensa por un millón de pesos para quien diera información que llevara a su localización.
Se sabe que las víctimas desaparecieron entre el 22 y el 27 de octubre en la localidad de El Epazote, cuando acudieron a vender trastes. Se sabe que la mayoría son familiares originarios de la comunidad de Chautipan, en la sierra de Chilpancingo.