Morelia, Michoacán

Lo ocurrido este sábado durante la marcha para exigir justicia por Carlos Manzo y por la Paz en general en el país, es inadmisible. Las agresiones de elementos de la Guardia Civil contra reporteros que solo cumplían con su trabajo no son un hecho menor: son un atentado directo contra la libertad de expresión y un recordatorio doloroso de la fragilidad del Estado de derecho cuando quienes deberían protegerlo lo vulneran.

No hay matiz posible. No hay justificación. No hay pretexto que alcance.

Agredir a la prensa es intentar silenciar la verdad. Agredir a la prensa es atacar a la ciudadanía. Agredir a la prensa es un acto autoritario que no podemos normalizar.

Exigimos justicia inmediata y la presentación pública de los agresores. Exigimos transparencia, sanciones ejemplares y garantías reales de que esto no volverá a repetirse. La libertad de prensa no se negocia; se respeta o se cae en la arbitrariedad.

La autoridad tiene la obligación de proteger a quienes informan, no de atacarlos. Y hoy esa obligación fue rota.

Nuestra solidaridad absoluta con las y los periodistas afectados, con nuestra querida Liliana Jiménez Nieto, una profesional con décadas cubriendo nota roja; con Jannia, Verónica, Javier, Amanda y todas y todos los que estuvieron expuestos por informar. En pleno ejercicio de su labor, fueron violentados por quienes deberían cuidarlos.

Porque sin prensa libre no hay democracia, y sin justicia no hay paz posible.

Atentamente
Primera Plana MX