“Para las personas oprimidas, es importantísimo, saber que no están solas”

 Martha Patricia Acevedo García

Muchas líneas se han escrito con tinta que tiembla, al no contar con la seguridad de que la afirmación de las palabras será una verdad absoluta o por lo menos una cuerda creencia La comunicación trae consigo una manifestación de ideas que corren por todos los sentidos; si escribimos y leemos en voz alta, hay deleite en los oídos de escuchas sobre un poema, cuento o novela, no hay que olvidar la importancia de la radio y la música que han consistido una verdadera compañía en días solitarios; si nuestra canción favorita está sonando a todo volumen, nuestra piel se eriza, ¿qué tal el primer movimiento del concierto de Aranjuez en una tarde lluviosa y las ganas de bailar flamenco? Y no se diga de la experiencia cinéfila de una buena trama con un guion sólido y la fotografía impecable de Emmanuel Lubezki.

Así, ha emergido la imagen, misma que ha contado con varias formas de interpretación y le da cabida a una de las disciplinas más interesantes de las últimas décadas: la semiótica de la imagen; ella, nos ha traído de cabeza a científicos y no científicos, que buscamos descifrar lo que grita una imagen o bien, adivinar la representación más cercana a lo que el autor/a de la imagen nos quieren transmitir. Dentro del mundo cotidiano tenemos derechos que son fundamentales para transitar como personas y en ese libre desarrollo de la personalidad, llegan todos los derechos de la libertad que nos hemos ganado a punta de conquistas de sangre, de discursos, de resistencia y de divulgación.

Hoy reconocemos que la imagen es un derecho, que se basa en la libertad que tienen las personas a proyectar (se) lo que quieran decir de sí mismas, ya sea de día, de noche, durante una época de la historia, en un lugar determinado y época de su propia vida. Pero, ¿qué pasa cuando esa imagen la puede reproducir la Inteligencia Artificial?, ¿cuál es el límite de la representación?, ¿cuánto tiempo puede durar mi imagen personal en un lugar en la que yo no deseaba colocarla?, estas preguntas son retos que siempre ha vivido el Derecho, enfrentarse una disciplina que intenta regular la vida cotidiana para vivir en armonía, siempre será un reto porque el derecho tiene que crear nuevas visones, formas, protocolos y limites, esos que el arte desea siempre transgredir para ser arte.

Ahora bien, hablemos de cuándo comienza este derecho para las personas; este derecho es inalienable, no es negociable, así como no se pueden negociar los derechos más elementales, tampoco lo son los derechos al libre desarrollo de la personalidad, así como está prohibido pedir una prueba de no gravidez en un trabajo, también debería prohibirse en la contratación de todos los trabajos que las mujeres se maquillen de determinada manera o que los hombres se corten el pelo, obviamente que la ley regula estas cuestiones en aquellas ramas como la medicina porque hay protocolos que se deben cuidar, pero en tratándose del derecho a la imagen, no hay ningún sentido de solicitar un cambio físico.

Por lo que hemos visto que los niños pueden ir con el pelo largo o corto e incluso de colores, la razón es mucho más profunda que una “buena impresión”, los niños ven superhéroes que tienen cabello de color diferente, que tienen valores y desean forjar una personalidad cercana porque precisamente pueden desarrollar libremente su personalidad, ¿qué dice la Secretaría de Educación sobre esto? Que es correcto, que es un derecho de la infancia, que se debe respetar.

Entonces podemos decir que la Inteligencia Artificial tiene una larga vida que depende de la autorización de la persona para el uso y divulgación de nuestra propia persona en un dibujo animado, video o uso de la voz, empero, no somos dueños de la creación. La Inteligencia Artificial (IA) no se va a apoderar de nuestras personas, a invadir nuestro país ni a hacer que hagamos algo delictivo, hay que comprender que hay alguien nutriendo la aplicación para generar esa producción, que hay personas que generan la aplicación para llevar los elementos y que se elabore un video y sobre todo, hay que comprender que no todo lo va a regular el derecho porque en el mundo de la comunicación hay muchos espacios virtuales que viven en el derecho informático que no se han podido regular aún y que seguirán desarrollándose.

La IA es un producto que se obtiene de una máquina y nos permite ayuda para obtener respuestas a un problema determinado. La IA es una máquina, que al igual que un vehículo, solo va a hacer aquello que nosotros permitamos, es momento de seguir aprendiendo los límites y abordarlos en la cumbres internacionales en la que los derechos humanos sean garantizados y dejar de temer que algo creado por el mismo hombre cobrará vida, somos nosotros mismos responsables de lo que creamos, seamos socialmente responsables informándonos, leyendo, estudiando y eligiendo lo que vemos y leemos en las redes sociales, eso también constituye nuestra cultura.