Lo encontraron en estado de somnolencia.
Los primeros exámenes toxicológicos realizados a monseñor Salvador Rangel Mendoza arrojaron la presencia de cocaína y Benzodiacepinas en su cuerpo lo cual intuye que el religioso fue drogado por sus secuestradores.
Según se informó, el obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, fue encontrado inconsciente y despojado de sus pertenencias en el estacionamiento de un hotel en la comunidad indígena de Ocotepec de Cuernavaca.
El obispo se encontraba “en establecimiento público, con deterioro neurológico a expensas de estupor, sin pertenencias y con un blister de 2 pastillas de sildenafil”. Tras ser encontrado fue trasladado a un hospital en donde al no presentarse con familiares o algún documento que validara su identidad, no pudieron identificarlo de primera mano.
Al nosocomio llego en estado de somnolencia mismo que le causó un deterioro neurológico pero pese a este estado, no presentaba síntomas de riesgo ya que tanto su sistema respiratorio y vías de circulación sanguínea trabajaban de manera normal.
Fuente: UNIVERSAL.