Ciudad de México

El inédito apagón tecnológico no sólo provocó la suspensión de vuelos, desconectó bancos y dio lugar a interrupciones en los hospitales, sino también desató caos en la frontera, donde los sistemas continúan sin recuperarse por completo.

En la entrada peatonal de la garita de San Ysidro, en California, la más concurrida en la frontera de Estados Unidos y México, las personas se arremolinaban desde la mañana del viernes para tratar de entrar y cruzar al país vecino, según pudo constatar la agencia EFE.

Usuarios de la Red de Inspección Electrónica para Viajeros de Inspección Rápida (Sentri), que generalmente tardan de 10 a 25 minutos en cruzar la frontera, aguardaron más de tres horas y una gran mayoría continuaba a la espera este sábado.

La empresa de ciberseguridad CrowdStrike informó que el apagón fue provocado por una de las actualizaciones, a su programa Falcon Sensor, la cual causó que millones de sistemas Windows fallaran a nivel mundial.

Tras negar que se haya tratado de un incidente de hackeo o ciberataque, CrowdStrike se disculpó y aseguró que una solución estaba en marcha, aunque las interrupciones continúan.

El contralmirante José Ramón Rivera Parga, director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), dio a conocer que la interrupción global afectó, con corte a las 17:00 horas de este viernes, a 2 mil pasajeros y provocó el retraso de, al menos, 230 vuelos y la cancelación de 27 operaciones.

Entre las aerolíneas más afectadas figuran Viva Aerobus, que canceló 32 vuelos, y Volaris, considerada la principal del país por tráfico de pasajeros, que reportó la suspensión de 16 vuelos.

El reciente apagón tecnológico ha sido catalogado por expertos como la mayor interrupción de los servicios informáticos en la historia.