Trasciende el manejo político en la política michoacana con miras al 2027
Con el vaivén de las olas guindas navegan quienes buscan mantener su asidero en el yate de la bonanza política. Cruzando mares al compás de la marea en turno, algunos ya avistan futuro más promisorio en buques que forman parte de la flota presidencial.
La reciente estampa en pleno Palacio Nacional de uno de los capitanes de buque al lado de aquella que hoy comanda la flota nacional, para muchos ha marcado la ruta naviera michoacana de cara al 2027, por lo que hoy saludan ondeando su dixie cup marinera a quien pueda garantizarles buen camarote, fortuna y comida a futuro.
Se dice que entre aquellos que buscan abandonar el barco en el que venían navegando -por observarlo a pique-, hay un marino de verde uniforme que hace años se volvió famoso por pedir moches sobre cubierta. Hoy este lobo marino guiña el ojo al profesor que comanda navío en la flota presidencial, buscando con ello cristalizar sus aspiraciones por comandar la canoa moreliana.
Y mientras hay navegantes que apelando a aquello de que “es tiempo de mujeres” tejen historias acerca de que el canto de las sirenas será el que impere a futuro en tierras michoacanas y pintan muros y paredes para asir la idea, hay otros que toman previsiones para cambiar oportunamente de barco.
Son varios marinos los que ya construyen puentes para cambiar de embarcación, entablando comunicación en clave morse –para no ser acusados de motín- con quien desde el Senado conduce el timón del navío que hoy muchos prevén que en dos años llegará a buen puerto.
En esa historia de vaivenes oceánicos, están aquellos que optaron por echarse un clavado con salvavidas en mano para buscar cobijo en el bajel que aún impera en mando sobre los mares michoacanos, con güero capitán en proa.
Hay una que tras abandonar la fragata tricolor por la que en su momento gozó placentera de mieles y caudales en las islas legislativas, se enfundó –como en las viejas historias de piratas- en la piel de un camaleón para colarse como polizón vía estribor, al buque de turno y lograr posición administrativa de mando.
Dice la leyenda que se trata de una conocida filibustera que tendría temas pendientes con la justicia por un litigio de posesión, en donde echando mano de artes piratescas habría falsificado documentos para hacerse a la mala de propiedad ajena, aunque las historias consignan que se trata de un asunto que sigue en pleito en tribunales.
Avezada en la alquimia marítima, con los santos de cabeza, inicialmente habría invocado al kraken para quedar a cargo del arcón de oro legislativo y administrarlo, pero equivocó la fórmula y el hechizo sólo le alcanzó para el pulpo Paul, quien le presagió ruta distinta en su futuro.
Como se ve, las olas de mar son caprichosas, y pese a ello, existen aquellos a los que tesón no les falta y ajustan su ruta de navegación para que los vientos vuelvan a serles favorables.
Uno de ellos de apiñonada piel, desde su torre de mando mostró recientemente en trusa fisicoculturista músculo, mandando el mensaje a otros navíos, de que la nueva tripulación del bajel guinda michoacano es y le debe su lealtad a él.