Cantar es como gemir. Gemir también es como llorar. Llorar es gritar con los ojos

Carolina Herrejón, colaboradora La Voz de Michoacán

En el año 2024 la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) otorgó a Yuri Bautista el premio Palabras de Colibrí en la categoría de narrativa por su novela Mi boca canta una nube, publicada por Cuarta República, Editorial de Michoacán. Esta obra ha sido presentada en diversos foros culturales, así como en la Feria Intercultural del Libro de Tacámbaro, y la Fiesta del Libro y la Rosa que organiza la UNAM en Morelia.

Si escribir es autoafirmación, leer es dialogar. Hablemos, me dijo, qué reconoces en lo que estoy diciendo. Leemos con todo lo que somos, leemos eso que ya ha sido afirmado, voluntaria y decididamente. Estamos leyendo los cimientos, los pensamientos asentados de otra persona que nos habla a través de su boca de aire, sus dientes transparentes, su lengua líquida, su saliva visceral, su paladar ficticio, porque lo que leemos no lo dijo una boca real, lo plasmaron unos dedos físicos simulando una boca intangible. Esa boca que se abre y me cantó, un canto con dolo, un canto de deseo, un canto enojado, un canto que es llanto. Un canto. Las palabras se hicieron humo y las respiré, todas a un mismo tiempo, sentí también ese deseo, ese placer que agota y mortifica. ¿Por qué nos seguimos sintiendo culpables, villanas, sucias, impuras cuando gozamos?

Cantar es como gemir. Gemir también es como llorar. Llorar es gritar con los ojos.