Por Félix Madrigal/ACG
Morelia, Michoacán.– En la colonia El Vergel, en la esquina de la calle Apio con Maíz, se llevó a cabo una reunión entre autoridades locales, representantes de protección animal y vecinos para discutir alternativas frente a una jauría de perros en situación de calle que ha generado preocupación por la seguridad de la comunidad y el bienestar de los animales.
En el encuentro participaron Minerva Bautista, directora general del Instituto Moreliano de Protección Animal (INPA); el médico Gonzalo Cervantes, director de la Comunidad de Reproducción y Rescate; la psicóloga Yaquel, directora del Centro de Bienestar Animal; así como representantes de la Policía de Morelia y la Unidad de Investigación y Persecución del Delito de Maltrato Animal, encabezada por Gerardo Robledo Jiménez.
El vecino Daniel Zavala explicó que la convocatoria surgió ante los constantes ataques de los perros ferales, incluyendo incidentes con repartidores y vecinos. Recalcó que no buscan eliminar a los animales, sino que las autoridades se hagan responsables conforme a la ley, asegurando alimentación, techo, vacunación y adiestramiento de los perros. También recordó que se han recopilado firmas para que el caso sea atendido de manera formal.
Durante la reunión, se subrayó la importancia de la corresponsabilidad social. Las autoridades señalaron que la presencia de perros ferales se ve reforzada por factores como la basura expuesta, que atrae a más animales, y la falta de conciencia sobre esterilización, no reproducción irresponsable y no abandono de mascotas. Asimismo, se mencionó que hay reportes de maltrato hacia perros dentro de algunas viviendas, lo que también debe ser atendido.
La directora de Control Animal explicó que algunas imágenes utilizadas para documentar los ataques estaban desactualizadas, y enfatizó que los perros no son retirados ni sacrificados sin cuestionamiento. Es fundamental que los afectados presenten un reporte oficial, ya que existe un registro nacional de ataques de perros, lo que permite garantizar la salud de la persona atacada y mantener al animal en observación zoonótica de 10 días si se identifica como agresor.
Entre los casos más delicados, se encuentran:
Niña de seis años: Fue atacada por seis perros ferales y recibió una mordida significativa que requirió atención médica. Al acudir a diversos centros de salud, incluyendo Salud Pública, Cruz Roja y Star Médica, no pudieron atenderla debido a la falta de la vacuna correspondiente.
Giselle, joven vecina del fraccionamiento: Fue atacada mientras intentaba entrar a su domicilio. Presentó mordidas y tuvo que documentar el incidente con fotos y videos, así como levantar la denuncia correspondiente. A pesar de los problemas iniciales para recibir atención médica, la directora del INPA aseguró que se hará cargo del ejemplar responsable, siempre que se le proporcione el folio del caso.
Gerardo Robledo Jiménez enfatizó la diferencia entre crueldad animal (daño intencional que provoca dolor inmediato) y maltrato animal (descuidos o negligencia), destacando la responsabilidad de los propietarios y de la sociedad en la protección de los animales. Señaló que el trabajo coordinado entre autoridades busca generar soluciones inmediatas y evitar que se cometan delitos contra los animales.
Finalmente, se acordó que el INPA identificará a los perros agresores para aplicar el protocolo correspondiente de observación, vacunación y esterilización según sea necesario. Las autoridades también hicieron un llamado a los vecinos para mantener la basura resguardada, respetar los espacios comunes y colaborar en la corresponsabilidad social para prevenir futuros ataques.
La reunión cerró con un exhorto al respeto entre vecinos y hacia los animales, buscando soluciones pacíficas que protejan tanto a las personas como a los ejemplares en situación de calle, evitando enfrentamientos o maltrato innecesario.