Un escritorio despejado, buena iluminación y una silla cómoda son suficientes para marcar la diferencia.

Trabajar desde casa es hoy la norma para millones de personas en México y el mundo. Aunque ofrece ventajas como ahorrar tiempo y ganar flexibilidad, también implica riesgos para la salud física y mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierten que la falta de organización en el entorno doméstico puede provocar aislamiento, depresión, agotamiento, lesiones por malas posturas y más sedentarismo.

Para evitarlo, especialistas recomiendan adaptar el espacio de trabajo y adoptar rutinas que ayuden a mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional. Aquí, algunas claves para proteger tu bienestar mientras haces home office.

Orden y claridad mental: el desorden pasa factura

Tu espacio de trabajo influye directamente en tu rendimiento y bienestar emocional. Según la psicóloga Sherrie Bourg Carter, autora de High-Octane Women, el desorden sobrecarga los sentidos y eleva el cortisol, la hormona del estrés, dificultando la concentración (Psychology Today, 2012). Asimismo, un estudio publicado en Psychological Science en 2013 mostró que quienes trabajan en ambientes ordenados —escritorios limpios y objetos organizados— demuestran más autocontrol y menor impulsividad que quienes lo hacen en espacios caóticos.

La buena noticia: no necesitas un despacho enorme. Un escritorio despejado, buena iluminación y una silla cómoda son suficientes para marcar la diferencia. Dedicar 5 o 10 minutos cada mañana a ordenar tu lugar de trabajo puede ayudarte a empezar el día con mayor enfoque y menos estrés.

Técnica Pomodoro: enfócate y haz más en menos tiempo

La técnica Pomodoro de Francesco Cirillo consiste en trabajar 25 minutos seguidos y tomar pausas cortas. Un estudio de Cirillo Consulting muestra que segmentar el trabajo en intervalos cortos reduce la procrastinación y mejora la eficiencia hasta en un 25%.

Para transformar estos bloques de trabajo en verdaderos momentos de productividad, Trello permiten ordenar tareas, establecer prioridades y liberar tu mente del caos de las listas mentales. Contar con herramientas digitales ayuda a organizar mejor las tareas y evitar la sensación de estar constantemente apagando incendios.

Pausas activas: restablecer mente y cuerpo

Planificar pausas activas no solo es bueno para la mente, sino también para el cuerpo. La Asociación Americana de Psicología (APA) recomienda levantarse cada hora para reducir el sedentarismo y mejorar la circulación sanguínea. Estas pausas pueden aprovecharse para tareas sencillas como estirar o hidratarse, actividades que ayudan a “resetear” el cerebro y volver con más claridad.

Hoy en día, las personas aprovechan estas pausas para tareas que antes requerían desplazarse: pagar cuentas, hacer compras en línea o revisar sus finanzas. Esto se hace a través de plataformas como MetaTrader4 que permiten seguir el mercado en tiempo real y tomar decisiones informadas, evitando la acumulación de pendientes que generan ansiedad y distracción durante la jornada laboral.

Define tus horarios

La psicóloga organizacional Nancy Rothbard, experta en balance trabajo-vida personal, recomienda en la revista Harvard Business Review comunicar tus horarios a familiares y compañeros de casa para evitar interrupciones: “la claridad en los límites previene el desgaste emocional y facilita la concentración”.

Silenciar notificaciones fuera del horario laboral también ayuda a reforzar estos límites y reduce la sensación de tener que estar disponible 24/7.

Un home office productivo y equilibrado

Optimizar la productividad trabajando desde casa te ayudará a cumplir con tus responsabilidades pero, sobre todo, mejorará tu calidad de vida. Con estos pequeños cambios en tu entorno y en tus hábitos, el teletrabajo puede transformarse en una experiencia más satisfactoria, equilibrada y rentable.