El Zoológico de Cali, en Colombia, enfrenta una pérdida dolorosa luego de confirmar la muerte de Indira, una tigresa de Bengala que por más de dos décadas fue símbolo del parque y referente de conservación en la región.
Indira compartía recinto con Kanú, un tigre macho nacido en el zoológico y con el que convivió durante más de 12 años. El pasado fin de semana, ambos protagonizaron un enfrentamiento que sorprendió a visitantes y cuidadores. Aunque el equipo veterinario actuó con rapidez para atender las graves heridas de la tigresa, sus esfuerzos no fueron suficientes para salvarle la vida.
La noticia generó conmoción entre la comunidad local y los visitantes que la conocieron a lo largo de los años. El zoológico emitió un comunicado en el que destacó la relevancia de Indira dentro de sus programas de conservación y educación ambiental:
“Indira nos deja un legado de amor y respeto por la vida silvestre. Fue embajadora de su especie y, durante más de 20 años, inspiró a millones de personas”.
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El fallecimiento de Indira también abrió el debate sobre los retos del manejo de grandes felinos en cautiverio, donde factores como el comportamiento territorial y la convivencia entre ejemplares pueden derivar en riesgos inesperados.
El zoológico ha anunciado que reforzará sus protocolos de seguridad y bienestar animal para evitar que hechos similares se repitan. Mientras tanto, el público se ha volcado a las redes sociales para despedirse de la tigresa con mensajes de gratitud y nostalgia.
Indira, considerada un ícono del Zoológico de Cali, será recordada como mucho más que un atractivo: fue una embajadora de la vida salvaje que despertó conciencia y admiración en quienes la conocieron.
Fuente: Milenio