En un hecho que representa esperanza para la biodiversidad mexicana, cuatro cachorros de lobo mexicano dos hembras y dos machos nacieron recientemente en el Centro de Conservación de la Vida Silvestre del Zoológico de San Juan de Aragón. El alumbramiento fue anunciado por la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX (Sedema) como un logro significativo en la recuperación de esta especie emblemática, históricamente al borde de la extinción.
El nacimiento es el resultado de un programa de colaboración entre México y Estados Unidos, que desde hace años une esfuerzos para preservar la especie Canis lupus baileyi, mejor conocida como lobo mexicano. Esta camada proviene de una pareja reproductora cuidadosamente seleccionada por su alto valor genético, con el objetivo de fortalecer futuras reintroducciones en vida silvestre.
“Gracias al esfuerzo coordinado, esta especie ha pasado de estar prácticamente extinta en vida libre, a contar con nuevas generaciones nacidas en condiciones controladas”, destacó Sedema en su comunicado.
Por el momento, los cachorros permanecerán en una zona restringida al público para garantizar su adecuado desarrollo. La Sedema informó que no se contempla exhibirlos próximamente, con el fin de minimizar el estrés y asegurar una crianza natural junto a sus padres.
Aun así, el Zoológico de San Juan de Aragón permanece abierto al público de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas, con entrada gratuita. Los visitantes pueden conocer otros ejemplares de fauna silvestre y aprender sobre los programas de conservación que se desarrollan en este centro.
Considerado el lobo más pequeño y genéticamente distinto de América del Norte, el lobo mexicano estuvo catalogado como probablemente extinto en vida silvestre a finales del siglo XX. Las últimas décadas han sido cruciales para su recuperación, gracias a criaderos, zoológicos y reservas que trabajan en su reproducción y eventual liberación en hábitats naturales del norte del país.
Cada nacimiento representa un paso más hacia su reintegración al ecosistema, donde cumple un rol vital como depredador tope, ayudando a mantener el equilibrio ecológico.
Fuente: El Heraldo de México