Dos individuos enfrentarán proceso penal tras ser acusados de destruir manglares protegidos en la costa de Sisal, en Yucatán. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente informó que los acusados, identificados como Jorge “N” y José Alfredo “N”, fueron vinculados a proceso por delitos ambientales y se les ratificó la medida de prisión preventiva.
Según las autoridades, los imputados habrían arrasado más de 37 mil metros cuadrados de mangle botoncillo, una especie protegida en México, con el objetivo de fraccionar y comercializar terrenos en zona costera sin contar con ningún tipo de autorización legal. Los hechos ocurrieron en al menos tres áreas distintas, localizadas por inspectores federales entre febrero y marzo de este año.
Pese a las clausuras impuestas por Profepa, los sellos oficiales fueron violados en varias ocasiones para continuar con el desmonte ilegal y la lotificación del suelo, lo que agravó los cargos en su contra.
“Estas acciones no solo representan una flagrante violación a la legislación ambiental, también comprometen un ecosistema de altísimo valor ecológico y cada vez más escaso”, declaró Mariana Boy Tamborrell, titular de la Profepa. La funcionaria subrayó que los manglares son hábitats vitales para especies marinas, aves migratorias y protección costera, y su destrucción conlleva sanciones severas.
De acuerdo con el marco legal vigente, quienes dañen ecosistemas como manglares, esteros o pantanos pueden recibir entre dos y diez años de prisión, además de multas de hasta tres mil días de salario mínimo.
Como parte de la respuesta institucional, se establecieron mesas de diálogo con habitantes locales y autoridades estatales para proponer soluciones habitacionales en otras zonas, fuera de la franja costera. Sin embargo, los responsables ignoraron estos esfuerzos y continuaron con las actividades ilegales.
La Profepa, en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), continuará integrando pruebas en la carpeta de investigación, al tiempo que mantendrá operativos de inspección y vigilancia en la zona, con el objetivo de frenar nuevos actos de ecocidio y garantizar la reparación del daño ambiental.
Fuente: Publimetro México