La Ciudad de México fue escenario de un nuevo episodio de indignación ciudadana luego de que se difundiera en redes sociales un video donde una mujer, identificada como Ximena Pichel, profiere insultos racistas y clasistas contra un agente de tránsito. La escena, que rápidamente se volvió viral, fue grabada en la colonia Condesa mientras el oficial intentaba colocar un inmovilizador al vehículo de la mujer.
A bordo de un automóvil de lujo y en presencia de dos adolescentes, presuntamente sus hijos, Pichel lanzó frases discriminatorias como “odio a los negros como tú” y “son indios, nacos”, dirigiéndose con violencia verbal al uniformado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. La mujer, de nacionalidad argentina con residencia en México, fue apodada en redes como Lady Racista, y se convirtió en uno de los nombres más buscados en los últimos días.
Además del repudio generalizado, su conducta podría tener consecuencias legales; de acuerdo con el artículo 149 del Código Penal vigente en la capital, las expresiones motivadas por discriminación pueden ser sancionadas con hasta tres años de prisión, además de multas y trabajo comunitario. El caso ha reabierto el debate sobre el racismo estructural en México y la necesidad de aplicar sanciones ejemplares a quienes lo promuevan.
Por su parte, la marca Pantene se deslindó públicamente de cualquier relación con Pichel, luego de que ella insinuara haber participado en campañas publicitarias de la firma. Esta aclaración se sumó al rechazo generalizado de usuarios que exigen acciones concretas ante lo ocurrido.
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A pesar del escándalo, hasta el momento Ximena Pichel no ha emitido ninguna declaración ni ofrecido una disculpa pública. Su perfil en redes sociales permanece inactivo y han comenzado a circular cuentas apócrifas que intentan suplantar su identidad.
El caso continúa bajo seguimiento tanto en redes como en instancias legales, mientras se analizan también otros antecedentes de la mujer, entre ellos un historial de más de 20 multas de tránsito en los últimos cinco años.
Fuente: El Heraldo de México
