El país presentó nuevas armas como el misil-dron ‘Palianitsia’, mientras continúa instando a sus socios a levantar las restricciones para emplear misiles occidentales
Leópolis.- Mientras sus socios internacionales se niegan a abandonar la prohibición de utilizar armas de largo alcance contra territorio ruso, Ucrania es cada vez más capaz de atacar aeródromos y objetivos militares enemigos con sus propias armas, al tiempo que su industria de defensa se centra en desarrollar y ampliar la producción de drones, misiles y sus híbridos.
Los llamamientos a los aliados de Ucrania para que abandonen las restricciones ocuparon un lugar destacado en medio de las reacciones al ataque masivo de Rusia contra el país este lunes.
Kiev argumenta que Ucrania podría protegerse mucho mejor si pudiera destruir las armas rusas en el territorio del país invasor con misiles como los ATACMS suministrados por Estados Unidos.
"Ucrania está preparando sus respuestas. Armas de producción propia", subrayó, sin embargo, el ministro de Defensa, Rustem Umerov.
Una de estas armas, el misil-dron 'Palianitsia', fue presentado por Zelenski el fin de semana, mientras que la serie de ataques contra territorio ruso continuó este lunes con un ataque contra el aeródromo estratégico de Engels, unos 600 kilómetros de Ucrania.
Un golpe doloroso
Rusia nota actualmente los efectos de la intensificación de los ataques ucranianos con drones, opina Oleksandr Kovalenko, analista militar del grupo Resistencia Informativa.
Los ataques perturbaron parcialmente los preparativos de Rusia para el ataque de este lunes con misiles, ya que tuvo que desplazar constantemente su aviación para tratar de salvarla de los drones ucranianos, explicó Kovalenko a EFE.
Un gran número de bombas aéreas guiadas, normalmente almacenadas en los aeródromos o cerca de ellos, también han sido destruidas en las últimas semanas, en parte debido al avance ucraniano en Kursk, que ha dado a sus drones un mayor alcance en territorio ruso.
Como resultado, Rusia es ahora incapaz de lanzar tantas bombas aéreas guiadas contra Ucrania como hace varios meses.
De hecho, su uso ha cesado por completo en algunas partes de la línea del frente, sostuvo Kovalenko, aunque continúa en zonas clave como Sumi, Kursk o Pokrovsk.
Rusia también ha perdido varios de sus aviones Su-34, utilizados para lanzar las bombas y de los que se estima le quedan unos 80 en estos momentos.
Los misiles occidentales siguen siendo importantes
Rusia no puede alejar permanentemente toda su aviación táctica del alcance de las armas ucranianas, cuyo alcance es cada vez mayor, argumentó Kovalenko.
"Los aviones Su-34 tienen un alcance limitado, sobre todo si tienen que transportar bombas pesadas", explicó Kovalenko.
Sin embargo, los drones ucranianos tienen limitaciones evidentes, subrayó Kovalenko.
Su baja velocidad, de 120 kilómetros por hora, da a Rusia tiempo suficiente para levantar la mayoría de los aviones y trasladarlos, por ejemplo, de Morozovsk al aeropuerto de Mozdok en caso de ataque.
Como Rusia tiene escasez de pilotos, algunos aviones se quedan atrás y resultan dañados.
"Si pudiéramos utilizar misiles occidentales, podríamos alcanzar a 10 aviones en un solo ataque. Sin embargo, con los drones, podemos conseguir 1 ó 2", explicó Kovalenko.
Los ATACMS suministrados por Estados Unidos son especialmente adecuados para dañar muchos aviones en un solo ataque, si están equipados con ojivas de racimo.
Pueden transportar 10 veces más explosivos, son más rápidos y evaden mejor las defensas aéreas rusas.
Armas propias como respuesta
El desarrollo de armamento propio es la respuesta de Ucrania a la lentitud de sus aliados, según el presidente Zelenski.
El misil-dron 'Palianitsia' es uno de los primeros resultados de la inversión en oficinas de construcción estatales y de la liberalización de la industria de defensa, subrayó el domingo el jefe de Estado.
Unos 20 aeródromos rusos pueden encontrarse dentro del alcance del arma, hasta 2.000 kilómetros en territorio ruso. Aunque se sabe muy poco sobre él, lo que lo diferencia de los drones es su velocidad mucho mayor gracias a su motor turboreactivo, explicó Kovalenko.
"Esto daría al enemigo menos tiempo para reaccionar y recolocar sus aviones", subrayó el experto.
Recientemente, Ucrania también ha utilizado misiles antibuque 'Neptuno' modificados contra objetivos situados hasta a 300 kilómetros de distancia, como el puerto 'Kavkaz' de Krasnodar, clave para la logística militar rusa en la Crimea ocupada.
Cualquier objeto que mantenga la capacidad de Rusia para continuar la guerra, como los depósitos de petróleo y la industria de defensa, también será alcanzado, escribió el viceministro de Defensa ucraniano Ivan Havriliuk en un artículo reciente.