El Tribunal Supremo de EE.UU. revisa la demanda de México contra fabricantes de armas.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha aceptado un recurso interpuesto por las principales compañías fabricantes de armas estadounidenses, en respuesta a una demanda multimillonaria iniciada por México.
Este país alega que dichas empresas promueven, de manera deliberada, un comercio armamentístico negligente que contribuye al narcotráfico y a la escalada de violencia dentro de sus fronteras, exigiendo una compensación de 10 mil millones de dólares por los daños causados.
Inicialmente, un tribunal federal desestimó la demanda, pero fue aceptada en una apelación, implicando a fabricantes como Smith & Wesson, Barrett, Beretta, Glock, Interstate Arms y Colt.
Ahora, el Supremo de EE.UU. debe determinar si estas empresas gozan de inmunidad bajo la Ley de Protección del Comercio Legítimo de Armas de 2005, con una decisión final prevista para el verano de 2025.
“La demanda de México no tiene sentido en un tribunal estadounidense”, argumentan las compañías armamentísticas en su defensa, apoyadas por fiscales estatales republicanos (excepto el de Ohio), 27 congresistas y varias organizaciones pro-armas.
Según estimaciones del gobierno mexicano, entre 200,000 y 750,000 armas de estas empresas cruzan ilegalmente la frontera cada año.
Además, entre el 70% y el 90% de las armas halladas en escenas de crímenes en México provienen de EE.UU., en un país donde la adquisición legal de armas es extremadamente restrictiva.
Desde el lanzamiento de la ofensiva militar contra los cárteles en diciembre de 2006, bajo la administración de Felipe Calderón, México ha registrado más de 340,000 asesinatos y cerca de 100,000 desapariciones.