Tlalpujahua, Michoacán

A principio del siglo XVII llegaron varios españoles a la hoy comunidad de El Carmen, en Tlalpujahua, quienes organizaron una hacienda para el beneficio minero (plata) y mandaron a construir una sencilla iglesia de adobe, cuyos muros fueron decorados con figuras de ángeles y vírgenes.

Sin embargo, al paso del tiempo los recién llegados fracasaron en sus proyectos y abandonaron el templo, por lo que muchos muros se fueron cayendo. Sobre el tema, Andrés Arredondo, director de La Magia de mi Tierra tours, comenta algo sorprendente:

“El único muro que permaneció en pie es donde está pintada la imagen de la Virgen del Carmen, por lo que los lugareños creyeron que era un milagro y aumentaron su devoción hacia la imagen”.

Por fortuna, alrededor de 1730, llegó a la región el sacerdote Felipe Neri Balleza, muy querido y respetado por los fieles, quien ayudó en la reconstrucción de la iglesia y de muchas capillas de Tlalpujahua.

No obstante, según los devotos, la Virgen del Carmen, reina y señora de reconstruido templo, quiso castigar la vida pecaminosa y lujuriosa que había surgido alrededor de la mina Las dos Estrellas, uno de los centros de extracción de oro y plata más importante en todo el mundo en los albores del siglo XX.

Y la tragedia no se hizo esperar.

El 27 de mayo de 1937 la presa de residuos lodosos o lamas del complejo minero se reventó por las intensas lluvias y una mole de arena y agua de 18 millones de toneladas arrasó con barrios como El Carmen, La Cuadrilla, Las Palomas y otros muchos. Las lamas sepultaron a una tercera parte de Tlalpujahua y mataron a más de 300 personas.

Sobre el terrible suceso, Jorge León (Ole), guía de la empresa turística Enamórate de México, nos cuenta:

“Una señora, ya grande, que le tocaba tocar la campana de la misa de las 6 en la Torre del Carmen, quedó presa en el lugar, porque la catástrofe sucedió a las 5 y 20 de la madrugada”.

“Luego de que el templo, con muchos fieles dentro, fue casi sepultado, la gente venía en barcazas para subirle con poleas los alimentos y el agua a la torre. Dicen que lograron rescatar a la señora después de salvar su vida milagrosamente”.

Pero las sorpresas y aventuras no terminan aquí: cuando bajó el agua y los lugareños realizaron el 28 de julio de 1937 una excavación para recuperar la imagen de la virgen la encontraron en el altar mayor casi intacta.

León continúa:

“Los lugareños desenterraron el muro de adobe donde estaba pintada la virgen, de unas seis toneladas, y, con mucho esfuerzo, lo sacaron del lugar utilizando palas, picos, machetes, troncos de pinos… de todo”.

“El rescate duró un día y medio. Finalmente, fue ubicado en el recinto religioso que antes veneraba a San Pedro y San Pablo, el cual se convirtió en el nuevo santuario de Nuestra Señora del Carmen”.

Hoy, la Torre del Carmen constituye un destino obligado para los turistas que se acercan a Tlalpujahua en busca de sus sabrosas anécdotas, panes de pucha, esferas multicolores, trabajos mágicos de cantería y singulares centros religiosos como la Iglesia de San Miguel, célebre, porque tiene una torre barroca y otra neoclásica.