Un altercado vial ocurrido en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, terminó en tragedia y consecuencias penales. Luis R.R., un taxista de 36 años, fue vinculado a proceso y enviado a prisión preventiva oficiosa, luego de ser acusado por el homicidio de un conductor particular tras una riña ocurrida el pasado 12 de junio bajo el puente atirantado del bulevar Colosio.
La mañana del incidente, testigos refieren que ambos vehículos se cerraron el paso, lo que generó que los conductores descendieran para encararse. Lo que parecía una discusión común por el tránsito escaló rápidamente cuando el taxista sacó un cuchillo de 29 centímetros de su unidad y apuñaló al otro conductor, Julio César G.A., de 34 años, a la altura del pulmón izquierdo.
Aunque ambos hombres fueron llevados a un hospital, Julio César falleció a causa de la herida. Luis R.R. también fue atendido por una lesión en la mano, presuntamente sufrida durante el forcejeo.
Tras recuperarse médicamente, el taxista fue presentado ante el sistema judicial el domingo 15 de junio. En audiencia inicial de la Causa Penal 1166/2025, celebrada ante la jueza Areli Sánchez, el imputado se apegó al plazo constitucional de 144 horas, por lo que su situación legal se definirá este viernes 20 de junio. Mientras tanto, fue recluido en el Centro de Reinserción Social de Pachuca.
El Ministerio Público lo acusa de homicidio calificado, delito que, de acuerdo con el Código Penal de Hidalgo, se castiga con penas de 10 a 30 años de prisión y una multa de hasta 300 días de salario.
Este hecho también reaviva el debate sobre la conducta de operadores del transporte público. La Ley de Movilidad y Transporte del Estado de Hidalgo establece que los concesionarios, permisionarios y choferes tienen prohibido incurrir en actos violentos o alterar la paz pública, y están obligados a informar de inmediato a las autoridades sobre cualquier situación de riesgo.
Hasta el momento, no se ha informado si el conductor cuenta con concesión activa ni si se investigará a la empresa o titular de la unidad involucrada.
Fuente: Milenio