Morelia, Michoacán, 22 de agosto de 2024.- De todos los animales que habitan el planeta Tierra, las ballenas jorobadas, impresionantes y gigantescas, no deberían ocupar la lista de las criaturas que manejan herramientas. Sin embargo, aquí viene la naturaleza una vez más para mostrarnos lo extraordinaria que es. Como veremos a continuación, son capaces de muchísimo más.
El estudio. Publicado en la revista Royal Society Open Science, un nuevo trabajo científico viene a decirnos que, aunque las ballenas jorobadas no tienen manos, su habilidad para manejar o incluso crear herramientas es insólito. De hecho, el nuevo estudio sostiene que estos mamíferos acuáticos deberían clasificarse en toda regla como usuarios portadores de herramientas junto a los Homo sapiens o los simios.
Redes de burbujas. Tal y como explica Lars Bejder, coautor principal del estudio y director del Programa de Investigación de Mamíferos Marinos (MMRP) de la Universidad de Hawái en Mānoa, muchos animales utilizan herramientas para ayudarlos a encontrar comida, pero muy pocos son capaces de crear o modificar realmente estas herramientas por sí mismos. Hablamos de una especie de “redes de burbujas” producidas por el espiráculo de la ballena que se utilizan para arrear y capturar krill.
Un comportamiento conocido. En el año 2009 se documentó cómo las ballenas eran capaces de crear estas redes hechas de burbujas. Las criaturas en cuestión se vieron en la costa de Alaska, y durante cinco días los científicos las filmaron construyendo estas redes, un comportamiento que ha sido ampliamente observado. La composición real de las redes, incluido su tamaño y la distancia entre las burbujas, resultó fascinante, así que decidieron volver los siguientes años para averiguar más sobre esta técnica.
“Este comportamiento de alimentación poco estudiado es completamente exclusivo de las ballenas jorobadas. Es increíble ver a estos animales en su hábitat natural, realizando comportamientos que solo unas pocas personas llegan a ver”, cuenta el coautor e investigador del MMRP William Gough.
Miden y ajustan. Los siguientes años se dirigieron al océano frente al sudeste de Alaska y monitorearon a las ballenas utilizando etiquetas de ventosa no invasivas y videografía con drones. La gran cantidad de datos mostró que el comportamiento es sorprendentemente complejo: parece que las ballenas jorobadas pueden medir con precisión el tamaño del enjambre de krill y ajustar su soplado de burbujas para optimizar cada captura. Todas las redes documentadas contenían múltiples anillos circulares de burbujas, y cada anillo sucesivo era más pequeño que el anterior.
“Estas ballenas soplan hábilmente burbujas en patrones que forman redes con anillos internos, controlando activamente detalles como el número de anillos, el tamaño y la profundidad de la red y el espacio entre las burbujas. Este método les permite capturar hasta siete veces más presas en una sola inmersión de alimentación sin usar energía adicional. Este impresionante comportamiento coloca a las ballenas jorobadas entre el raro grupo de animales que fabrican y utilizan sus propias herramientas para cazar”, subraya Bejder.
No solo eso. Al parecer y como resume el equipo, las ballenas pudieron lograr esto modificando la velocidad a la que hacían las burbujas, mientras seguían nadando a una velocidad constante. Finalmente, estas redes creaban esa especie de barreras que se usaban para acorralar al krill, los bancos de peces y otros alimentos en una pequeña área donde las ballenas podían darse el festín.
Una técnica simplemente fascinante con el que pueden recolectar más comida de un bocado. De hecho, el equipo calculó que cada embestida que hace una ballena que construye redes, una ballena que no las usa haría hasta 15. En total, estimaron que la densidad de presas de los animales que usan herramientas era siete veces mayor que la de sus primos que prefieren las embestidas. Un comportamiento que cumple con la definición de uso de herramientas de un «objeto ambiental no unido» para alterar, posicionar o controlar de otro modo otro objeto u organismo.
Una criatura mastodóntica inteligente. La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) es una de las criaturas más grandes del planeta, alcanzando longitudes de hasta 18 metros con la especie de las ballenas barbadas, al igual que otros gigantes como las ballenas azules y las ballenas de aleta. Sus números de población se fueron diezmando por la industria ballenera en los siglos pasados.
Sin embargo, según los investigadores, su inventiva e inteligencia parece prepararlos para cualquier desafío. «Lo que encuentro emocionante es que las ballenas jorobadas han ideado herramientas complejas que les permiten explotar agregaciones de presas que de otra manera no estarían disponibles para ellas. Esperamos que esta flexibilidad e ingenio conductual sean de utilidad a medida que nuestros océanos continúan cambiando”, zanjó Andy Szabo, coautor principal del estudio y director ejecutivo de la Alaska Whale Foundation. (CON INFORMACIÓN DE: XATAKA)