La presidenta mexicana también afirmó que para disminuir la migración hay que «atender las causas» y anunció la continuidad de programas de apoyo económico a países centroamericanos
Ciudad de México.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, admitió este viernes durante su conferencia matutina la existencia de una estrategia para frenar la llegada de migrantes a México y evitar su cruce hacia Estados Unidos, que incluye vuelos de repatriación hacia los países de origen.
Sheinbaum se refirió a la política de "movilidad humanitaria" llevada a cabo por su antecesor, el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), que definió en su aplicación según el esquema migratorio fuera regular o irregular.
"La migración tiene dos esquemas: un esquema que se llama el CBP One (aplicación del Gobierno estadounidense), que son permisos de trabajo a Estados Unidos, entonces lo que se hizo fue ordenar esos permisos; y la otra, pues es la migración donde no se llevan papeles", señaló la presidenta.
Sheinbaum fue cuestionada por los supuestos traslados de migrantes desde la frontera norte con Estados Unidos hasta el sur de México, a ciudades como Villahermosa (Tabasco) o Tapachula (Chiapas) y por el incremento de aprehensiones, que alcanzaron las 100 mil en el último mes.
"Lo que está siempre al frente es el respeto a los derechos humanos", respondió la mandataria.
Sheinbaum, que asumió el cargo el pasado martes, explicó las acciones que se realizan para repatriación de migrantes desde la frontera con EE.UU. ya sea de vuelta a México, que aclaró que eran minoría; o a sus países de origen, generalmente de Centroamérica y Suramérica, mediante vuelos hasta el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en la capital mexicana o directos hacia dichas naciones.
La presidenta mexicana también afirmó que para disminuir la migración hay que "atender las causas" y anunció la continuidad de programas de apoyo económico a países centroamericanos y del Caribe para el desarrollo de los mismos.
Las declaraciones de Sheinbaum coinciden con la noticia de que miembros de las fuerzas armadas mexicanas dispararon y mataron a seis migrantes de nacionalidad egipcia, salvadoreña y peruana, en el fronterizo estado sureño de Chiapas.
Los hechos ocurren después de que durante el sexenio de López Obrador se incrementase el papel de las Fuerzas Armadas en labores seguridad en el país, donde 36 mil elementos tenían tareas migratorias en septiembre.
La detención diaria de migrantes en la frontera de Estados Unidos ha caído un 66 % de diciembre a septiembre, según el Gobierno mexicano, pero la migración irregular a través de México se elevó un 193% interanual en la primera mitad del año hasta superar las 712 mil personas, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria.