“Cuando alguien te hace daño, no dejas de amarlo de un momento para el otro. No son las acciones lo que más duele, es del amor. Si no hubiera amor mezclado en la ecuación, el dolor sería más fácil de soportar”. Romper el círculo, Colleen Hoover

Yazmin Espinoza colaboradora de La Voz de Michoacán

Pasó, caí en las garras de la mercadotecnia y el “hipe” de una historia que, de otra forma, probablemente nunca hubiera leído. Mis hijas se acababan de dormir y yo estaba disfrutando en el teléfono de ese momento de silencio nocturno en el que nadie necesita nada de ti. Una amiga me mandó un mensaje y me dijo que tenía el libro el digital y que me lo quería compartir porque sabía que me gustaba mucho leer. Como tenía tiempo ahí mismo abrí el archivo y comencé. Me dormí a las 3am.

Colleen Hoover me atrapó con una historia en la que a veces quién más te quiere, es quien más daño te hace.

La sinopsis nos dice que Lily no siempre ha tenido una vida fácil, pero eso nunca le ha impedido luchar por lo que quiere y ha recorrido un largo camino para llegar a donde está ahora. Su vida comienza a cambiar el día que Ryle Kincaid, un extraordinario neurocirujano, se fija en ella. Ryle es asertivo, terco, tal vez incluso un poco arrogante, pero también es sensible, tremendamente atractivo, brillante, y tiene una debilidad total por ella. Todo en él es perfecto, salvo su completa aversión a las relaciones, así que cuando Lily se da cuenta de que ella es la excepción a su regla de no tener citas, no puede evitar preguntarse por qué ha tomado esa decisión.

A medida que las preguntas sobre su nueva relación la asaltan, también lo hacen los pensamientos sobre Atlas Corrigan, su primer amor y un vínculo con el pasado que dejó atrás. Él era su alma gemela, su protector. Cuando Atlas reaparece repentinamente y Ryle comienza a mostrar su verdadera cara, todo lo que Lily ha construido con él se ve amenazado.

Hubo muchas cosas que me gustaron de este libro, también varias que no, comenzando justo con la sinopsis que hace que la cataloguemos como una novela rosa más, en donde “el poder del amor” cambia a ese chico guapo y rico con miedo al compromiso, porque encuentra a su “otra mitad”, que lo hace querer sentar cabeza (como si esas cosas pasaran…).

La verdad es que la primera mitad del libro si es así, casi puro romance, mucho diálogo hot y flores y flores. Sin embargo, la cosa se va poniendo interesante con los recuerdos de Lily que nos presentan la violencia que vivía en su hogar, y también la historia difícil que enfrenta Atlas, quien más adelante viene a constriuir el triángulo amoroso actual.

Así, tras muchas páginas de amor, amistad, risas y lo aparentemente fácil que es emprender...nos encontramos con violencia, pero no aquella que pasa en las calles y genera alboroto, sino la que ocurre a puerta cerrada, y está sellada en su mayoría por el silencio y el sentimiento de culpa de sus víctimas.

“Los círculos viciosos existen porque son tremendamente difíciles de romper. Cuesta una cantidad astronómica de dolor y valentía romper un patrón conocido. Muchas veces es más fácil mantener los viejos modelos de siempre. con tal de no enfrentarse al miedo de saltar sin saber a donde irás a parar”.

Entiendo por qué muchas personas le están tirando hate a la historia, sobre todo porque la adaptación cinematográfica deja mucho que desear y su campaña de marketing está olvidando completamente que el mensaje central es la prevención de esta violencia, y se está enfocando en el romance y las flores.

¿Hay mucha paja? Sí ¿mucho romance? También ¿Romantiza al violentador? En parte. Pero si me preguntas a mí, esto tiene que ver con que la historia es más testimonial que de denuncia. La autora ha señalado en entrevistas que se basó en la historia de su propia madre para el argumento y, seamos honesto, en la mayoría de los casos de violencia doméstica no hay denuncia.

"No existen las personas malas. Todos somos simplemente personas, que a veces hacemos cosas malas. (…) Todos cometemos errores. Lo que determina el carácter de una persona no son los errores que comete, sino cómo aprovecha esos errores para transformarlos en lecciones en vez de en excusas".

Frases como esta han hecho que varios grupos cancelen a la autora, al asegurar que está romantizando la violencia. Sin embargo, si le preguntas a cualquier víctima de este delito, probablemente te des cuenta de que, en efecto, se romantiza al agresor, por eso justamente es tan fácil salir de ahí.

“Cuando alguien te hace daño, no dejas de amarlo de un momento para otro. No son las acciones lo que más duele, es el amor. Si no hubiera amor en la ecuación, el dolor sería más fácil de soportar”.

Además, en este caso el violentador es Ryle, un neurocirujano rico y guapo que se aleja del estereotipo de macho bebedor y violento. Me parece entonces que Hoover maneja el argumento de que todos somos humanos, capaces de cometer errores, pero también de aprender y crecer a partir de ellos.

“Es fácil cuando estamos en el exterior creer que nos alejaríamos sin pensarlo dos veces si una persona nos maltrata. Es fácil decir que no podríamos seguir amando a alguien que nos maltrata cuando no somos los que sienten el amor por esa persona”, dice acertadamente la protagonista cuando se enfrenta a todos esos sentimientos que la llenan de contradicciones.

A mi me parece que, si una adolescente o adulta joven ha vivido esto, seguramente ha sentido culpa por seguir sintiendo amor por su violentador, porque la sociedad nos dice que debemos abandonarlo, odiarlo, denunciarlo. Este libro le dice que no está mal por sentirse así, que el amor es lo que lo hace tan complicado pero que, efectivamente, “si no rompemos el círculo, este nos rompe a nosotros”.

La conversación de Lily con su madre me parece una de las escenas más valiosas del libro, porque ella le pregunta directamente por qué se quedó. La respuesta de ella rompe, más porque es la realidad de muchísimas mujeres que deciden “aguantar”.

“Cada incidente te rompe un poco los límites. Cada vez que te quedas en casa, la siguiente vez cuesta más irte. Al final, dejas de ver el límite. Piensas: ‘He aguantado cinco años, ¿por qué no voy a poder aguantar cinco más?’”.

Así, más allá de denunciar, me parece que la historia busca empatizar con las víctimas de violencia doméstica. Aunque tiene muchas áreas de mejora, rescato que hace que un público nuevo y más joven hable sobre este tema que, lamentablemente, aqueja muchos hogares.

Porque el amor no debe doler, aunque venga de un neurocirujano rico y guapo.


Datos del libro
Autora: Colleen Hoover
Editorial: Planeta
Año de edición: 2022
No. de páginas: 400

Sobre Yazmin Espinoza
Comunicóloga enamorada del mundo del marketing y la publicidad. Apasionada de la literatura y el cine, escritora aficionada y periodista de corazón. Mamá primeriza. Lectora en búsqueda de grandes historias.
Instagram: @historiasparamama